Arcos chinos

Valencia

Reconozco que es una idea exótica y que puede despertar cierta simpatía, pero soy de los que piensan que más de un centenar de comercios no justifican la colocación de unos arcos chinos, como tampoco un arco nazarí en una calle de Russafa, solo por el mero hecho de que abundan allí los comercios árabes. También rechazo la idea de que estos elementos decorativos pueden contribuir a la integración de la comunidad china. Se integra de otra manera, con políticas sociales y educativas, no con unos simples adornos.

Dicho esto, no puedo más que respetar la voluntad de la ciudadanía expresada en Decidim València. Sin embargo, confieso estar preocupado por el rechazo que está provocando este proyecto. No es algo nuevo en el caso del Decidim, y podemos poner varios carriles bici de ejemplo. Que haya detractores no es malo. Lo que me inquieta es que detrás del rechazo a los arcos haya también motivaciones xenófobas.