El canterano Rognny salva al Real Murcia de la quema

Murcia

El Real Murcia debutaba en el Enrique Roca de Murcia en la segunda fase de la temporada más rara y decepcionante de los últimos años para los granas. Tras la derrota contra la Balompédica Linense y ver cómo se encaminaba el equipo hacia el descenso de categoría, solo quedaba ganar al Cádiz B para aferrarse a un clavo ardiendo.

Primera parte de dominio parcial de los pimentoneros que, con Carrillo liberado en un nuevo esquema con la sorpresa del canterano Guille Lozano en el once, asediaron al filial cadista en los primeros diez minutos. Un asedio sin ocasiones claras de gol. Tras el agobio, el Murcia dejó aire y empezó a generar.

La primera oportunidad llegó en el 14 con un disparo de Carrillo tras una contra que detuvo sin problemas Garrancho. Tras esa ocasión, llegó el gol. Disparo lejano por la derecha que bloquea el portero rival y le cae a Toril que la estrella en el larguero. Tras el suspiro de la grada, la bola le llegó al de Sangonera La Seca que colocó con rosca al segundo palo un balón imparable.

Golazo. Ganas de ganar. Ganas de agradar a una afición herida por la desastrosa temporada. Aunque tras el gol el equipo bajó la guardia. Cedió el terreno y el control. Y el Cádiz B de Alberto Cifuentes lo aprovechó. Los acercamientos eran cada vez más frecuentes y Chapela tuvo en sus botas el empate en el minuto 36 en una acción que acabó lamiendo, por fuera, el palo de Champange. Nada más hasta el descanso.

La segunda parte arrancó con un disparó al palo de Cádiz que sirvió de aviso a navegantes. Tras probaturas de los de Loreto, otra ocasión amarilla que acabó con la segunda tímida pitada de la tarde. Murmullos. Estaba más cerca el empate que el segundo. El 1-1 estaba en el ambiente. Y llegó en el minuto 68. Centro de falta que cabeceó sin oposición el central Saturday.

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La timidez desapareció en los silbidos. El Murcia estaba KO. Un disparo de Abenza a las manos del guardameta visitante pareció despertar a la una afición dolida. Una vez más Loreto movió el banquillo con un triple cambio con el que apuntaló la defensa con Baro, el medio con Yeray y confirmó que Rognny y Lozano están por delante de Mendes que se quedó en banquillo y que Ton Ripoll, que ni fue convocado.

Los minutos pasaban y solo una contra del canterano de origen venezolano finalizada por Carrillo acercó de nuevo al Murcia a por la victoria. Y precisamente fue el canterano Rognny el que se sacó un disparo fortísimo al filo del 90 para darle los tres puntos al Real Murcia que se quita el sudor nervioso de la frente para seguir soñando con la Primera RFEF que está a los seis puntos que le diferencian de la Balona, que venció al Córdoba.