La movilización popular debe liderar los nuevos impulsos en la Ribera del Duero

RIBERA DEL DUERO

Pese al potencial de Aranda y la Ribera, quizá todo aquello que le falta para poder crecer en población le lastra también en el crecimiento industrial y económico. Estos días últimos, una firmación pública resuena. En la presentación del documento sobre el que se diseñará el nuevo hospital, el gerente del Santos Reyes aseguraba que el proyecto "le encantaba", y que "será una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo de esta comarca, que pide un desarrollo de población, industria y economía, y para ello tiene que tener una atención sanitaria acorde, y este hospital lo va a abordar".

¿Qué idea se le pasaba por la cabeza a Evaristo Arzalluz? Este lunes en nuestro tiempo de tertulia le hemos preguntado. "En mi opinión, la Ribera tiene un potencial enorme. Yo disfruto en los paseos porque veo mucho futuro, pero ese futuro está constriñido por una serie de carencias que impiden el desarrollo. Estamos en el cruce del eje norte-sur y este-oeste. Es el sitio mejor comunicado. Por qué no se ha desarrollado. Porque le faltan cinco cosas. Una, la Autovía del Duero. Dos, el tren directo. Tres, la educación, el desarrollo de la FP y algún grado. Cuatro, el internet en los pueblos. Cinco, el hospital. Avanza y está previsto para más población que la que tenemos. Está previsto zonas de fácil ampliación porque estamos convencidos de que la población va a crecer. Pero es una condición necesaria, no suficiente", explica el propio Evaristo.

Junto a él hemos escuchado las reflexiones de Enrique García, director general de San Gabriel Ciudad de la Educación. "Hemos tenido varios ponentes extranjeros que han venido, y nos dicen que a nosotros nos falta creernos el potencial que tenemos. A esas cinco carencias, u oportunidades, nos falta creernos que somos punteros y que tenemos posibilidades, porque a raíz de ahí viene la exigencia. Porque vemos cómo nuestro entorno va creciendo. Ya era hora tener un hospital en condiciones. Hemos tardado y tardaremos en verlo, pero ya no podemos desconfiar. Pero cuando las empresas se quieren asentar, ven que no hay esas infraestructuras. No tenemos suelo industrial a precio asequible, no tenemos esa alfombra roja para dar llegada a nuevas empresas. Y todo es de seguido. Que Aranda sea una ciudad abierta, para transitar, para los ciudadanos, que tenga una actividad comercial que vaya a más y no a menos. Que sea una potencia cultural. Y no es más que ir moviendo unas piezas que no es más que reorganizar recursos", apunta.

Para el gerente del hospital, en materia de comunicaciones, "la autovía no es conectar con Valladolid, es concectar con autovía por Barcelona, y desviar la cantidad de camiones que hay". "Hay transportes que vienen por allí u Oporto que si hubiese autovía no irían por Miranda, y pasarían por aquí. Aranda es la única población que mantiene el número de partos. En Miranda han caído en picado. En Burgos aún más. En Zamora, León, Salamanca... ni te cuento. Aquí es verdad que hemos bajado un poco. Pero somos la única que mantiene número de partos. Bien es cierto que algunos son de fuera. Pero es que no hace falta fe, tienes ahí el dato", recuerda.

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¿Cómo se produce el milagro que pese a esas carencias siga siendo Aranda un motor industrial y económico? "Vivimos de las rentas del pasado, y eso supone de tirar de una 'teta' de la que no podemos tirar mucho tiempo. Tenemos que movernos porque no son pocas las ocasiones que tenemos denunciando la falta de talento juvenil en Aranda. Esto se corrige a largo y medio plazo. El fomento de la natalidad no se puede corregir de la noche a la mañana. Entretanto se pueden hacer cosas, que Aranda sea un lugar de atraer talento. Tener trabajo para quienes marcharon a formarse y puedan volver, hace mucho más que trabajo, que haya servicios. Que haya una ciudad dimensionada en el ocio, en los servicios, en la compra. Desde hace 20 años vemos cómo el ocio brilla por su ausencia. Los jóvenes transitan sin alternativa... ¿Para cuándo la ciudad de los jóvenes o de los mayores? Pongámonos en marcha", cuenta.

¿Cómo cambiamos esta situación, que Aranda tenga el desarrollo y crecimiento que merece? "Quién ha conseguido que haya hospital. La gente que se manifestó dos veces. La autovía quién la consigue. La población. Si tú miras a tu alrededor, no veo yo que el ministro de Fomento esté por la labor, ni que las administraciones locales o regionales puedan torcer ese brazo. Quien puede hacerlo es la población, que con la pandemia ha demostrado unión y solidaridad. Al cribado de noviembre acudió la mitad. La vacunación acudió el 90%. La población que tenemos es lo más importante. Y debe reclamar una reacción. No lo más importante pero lo primero es la autovía. Es que te permite trabajar aquí. Y cuando lo haces te enamoras de esto. Yo cuando recorro la Ribera me recuerdo de la Toscana. Aquí hora tenemos buena situación médica, y están viniendo médicos jóvenes que forman familias aquí. Yo les veo felices. El problema es que esos niños con 18 años se tienen que ir. Que no es malo, pero que tengan posibilidad de volver. De tener trabajo, de tener comunicaciones. Y no las hay. La única zona donde tiene sentido un buen hospital es Aranda. Estamos en medio del páramo", explica el gerente del Santos Reyes. 

Pero, ¿cómo podemos cambiar nuestra suerte? García entiende que "esto no se arregla suplicando, aunque muchas cosas se arreglan así". "Se arreglan desde la ciudadanía porque los políticos se mueven por votos, y hay que decirles lo que han de hacer. Que seamos capaces de movilizarnos para decir cuáles son nuestras peticiones y necesidades. Tenemos el derecho de pedir una vía. Que no necesitamos un AVE. Vale una vía electrificada. Que no solo muchos pueden ir, es que también pueden venir aquí. Y lo triste de todo es que tengamos a ciudadanos de pie reivindicando cuando debería ser la bandera de negociación de cualquier partido político, que están para callarse, porque no han hecho nada. Y cuando cambian las tornas, exactamente igual. Necesitamos esto ya. Y cada día que perdemos, son días que no volverán. Que no caigan ciudades intermedias. Es el momento ahora de reaccionar", explica.

Los contertulios creen que es momento de que Aranda y Ribera se pongan en marcha. Que se luche, porque por intereses no recibirán ayuda ni de Valladolid ni de Burgos. Y es que esta tierra de oportunidades merece que le den más de una. Porque ilusión, ganas y potencialidad, no le falta.

La charla al completo puede reproducirse en el siguiente audio.