Un ejemplo de superación

Córdoba

Vivimos en un tiempo en el que son tantas las noticias que recibimos de la pandemia, de las vacunas, de las ayusadas de la Presidenta de Madrid, en todos los medios de comunicación existentes, que nos han saturado y han conseguido hacernos insensibles, al menos a mí. Huyendo de este monocorde informativo me tropiezo con una noticia que me ha devuelto el interés y me ha emocionado. Se la quiero contar.

Muy lejos de aquí, en el continente africano, concretamente en Tanzania, dos hermanas que se llaman Zanda y Um caminan diariamente 21 kilómetros para ir al colegio de secundaria. Se levantan a las 4 y media de la madrugada y después de tomar un té por desayuno se ponen en camino, descalzas para ir más rápido porque si llegan tarde el maestro les pega. Cruzan ríos y arroyos, asustadas de que las asalten y las violen. Tienen 14 y 17 años, su padre las acompaña hasta el primer río que tienen que cruzar porque los días de lluvia se torna muy caudaloso y en ocasiones no pueden vadearlo. Su madre cuida de de los seis hijos que tienen y todos duermen en la misma cama. Viven con algo más de 3 euros al día. Ellas quieren estudiar porque les puede ayudar a mejorar su situación y sacar a la familia de la miseria.

Deben existir más realidades como ésta. Me admira el espíritu y la voluntad de superación que hay que tener para realizar este esfuerzo tremendo por progresar en la vida y hacerlo a través de la educación. Ojalá el esfuerzo de Zanda y Um tengan recompensa y les evite que su espíritu de lucha y superación les lleve a subirse a una patera.