Alguien se ahogará en la playa

Palma

Buenos días. Nos hemos familiarizado hasta tal punto con el recuento de víctimas que podemos afirmar que alguien se contagiará esta primavera de coronavirus en la playa.

Es posible que este contagio playero derive en una estancia hospitalaria.

Esperemos que no vaya más allá, pero nada puede descartarse con este virus traicionero.

Por tanto, las autoridades pretendieron imponer las mascarillas en la playa, hasta que el estupor de la población les obligó a recular.

Tal vez las autoridades necesitan alguna lección de análisis de riesgos.

Este verano, siento decirlo, morirán personas ahogadas en las playas de Balears.

No una, ni dos, sino más de veinte si la temporada estival transcurre con normalidad.

La solución de la autoridad es muy clara, prohibamos los baños en el mar.

Sin pensar por supuesto en el beneficio para la salud de los centenares de miles de personas que disfrutan de la costa, por no hablar de la importancia económica de este tráfico.

El virus no debe hacernos todavía más cobardes.

Todo el que está ahora mismo en su casa sin mascarilla, haría mejor en estar en la playa sin mascarilla, desde el punto de vista epidemiológico.

La parte lógica de la palabra es la que suele atragantar a los políticos.