Candidato a la Liga con la peor versión de la temporada
El equipo de Lopetegui, desconocido por su endeblez defensiva y su falta de actitud, consiguió la victoria porque su rival regaló más.

Koundé, autor del primer gol del Sevilla. / Salvador Sas (EFE)

El fútbol nunca deja de sorprender. El Sevilla se engancha al tren de la Liga con uno de los peores partidos de la temporada. El equipo de Lopetegui salió con una actitud impropia de lo que se estaba jugando, con fallos de concentración y errores defensivos groseros, casi entregando el partido. Sin embargo y, a pesar de todo, consiguió una victoria que lo coloca como candidato a la Liga. Con muy pocas posibilidades, pero candidato a ocho encuentros para el final.
Desde los primeros compases del partido, el Sevilla mostró un fútbol contemplativo, arriesgado en los alrededores de Bono, "asetienado" en su concepto y lejos de un equipo que se quiere codear con los grandes. De hecho, el Celta creó indecisiones en las primeras llegadas, justo antes del gol de Koundé al rematar un corner. Un espejismo.
Santi Mina le ganó la espalda a Koundé, que le hizo penalti, y gol de Iago Aspas. por si fuera poco, en una falta a favor, el equipo de Lopetegui permitió que, de nuevo Aspas, llegase de portería a portería para hacer el segundo. En el caos, en la locura y en la falta de rigor táctico, un arranque de Fernando terminó con un lanzamiento desde la frontal que tocó en Aidoo para batir a Villar. No terminó ahí la historia de la primera parte. Un pase interior dejó solo a Brais Méndez para hacer el tercero.
Un Sevilla desconocido, alejado de su estilo e irreconocible, se marchó al descanso con el único consuelo de un marcador corto. El técnico tenía varias posibilidades de cambio, pero no los hizo. Un par de arrancadas de En-Nesyri, inédito hasta el momento, crearon peligro en una defensa a la que sólo había que atacarle. Rakitic, que pudo haberse quedado en la ducha, marcó a placer en la segunda internada del marroquí.
Los cambios mejoraron al Sevilla lo suficiente para aprovechar el esperado error de Aidoo. El Papu resolvió desde la frontal y la locura cayó del lado sevillista. Perdonó Óliver la sentencia, pero ya el Sevilla se había hecho más fuerte. Suficiente para ganar.
Con esta extraña victoria el Sevilla consolida y, prácticamente, certifica su clasificación Champions. Soñar con la Liga es casi ridículo, por la diferencia de puntos y de potencial, aunque, hoy, el Sevilla de Lopetegui por sus números y méritos sí es candidato.




