Sociedad

Inquietud por el futuro inmediato del equipo de Pediatría en el hospital comarcal

Un cambio de criterio en a la concesión de comisiones de servicio podría deshacer el actual equipo de Pediatría del Santos Reyes obligando a ocupar sus plazas a tres profesionales que ya han manifestado su voluntad de trabajar en otros lugares

Cadena SER

Aranda de Duero

La reticencia que se ha impuesto en el nuevo equipo directivo de SACYL a conceder comisiones de servicio amenaza con deshacer el actual equipo de profesionales médicos de la unidad de Pediatría del Santos Reyes y, a la par, obligar a ocupar las plazas a unos titulares que ya han manifestado que prefieren estar en otro lugar. Un asunto en el que chocan la complejidad de los procedimientos administrativos, las aspiraciones de los profesionales y las prioridades asistenciales.

En este caso, sin embargo, el problema no se genera por un conflicto entre los intereses de los profesionales y las necesidades de la población, sino por una inexplicable cerrazón de la administración sanitaria por llevar al extremo el cumplimiento rígido de la norma sin analizar el caso concreto. Porque si no siempre una comisión de servicio contenta a todas las partes a las que afecta, en este caso el acuerdo era unánime: los tres pediatras que solicitaron otras tantas plazas en el Hospital de los Santos Reyes en la reciente resolución de la oferta de empleo público del año 2018 pidieron una comisión de servicio para continuar en sus puestos actuales. Una petición que al hospital comarcal ribereño no le supone ningún trastorno puesto que dichas plazas están cubiertas por pediatras interinos que han formado un cohesionado y eficaz equipo liderado por el veterano Dr Barbadillo, jefe de a unidad, en la mayoría de los casos asentados en Aranda y con interés por mantener su trabajo en la Ribera. Conceder la comisión de servicios a los tres pediatras que tomaron posesión de su plaza en Aranda supone que el hospital comarcal puede seguir funcionando con los actuales sustitutos, pero si alguno de ellos se va o tiene una baja, siempre se podría reclamar la presencia de los titulares de las plazas. Paralelamente los pediatras titulares podrían seguir desarrollando su trabajo en los puestos que tenían hasta ahora y que han manifestado querer conservar, sin ser obligados a ocupar unas plazas que, si se repite la experiencia ya conocida en el hospital comarcal en estos casos, se verán inclinados a abandonar en cuanto les sea posible.

Todas las partes estaban de acuerdo en este planteamiento, tanto los solicitantes de las comisiones de servicio, sus sustitutos, así como sus superiores. En lenguaje empresarial actual, un clarísimo “win-win”. Todos ganan. Y sin embargo la administración está a punto de decir “no”, o al menos eso sospechan los interesados, que temen que la nueva política de SACYL, reticente a conceder comisiones de servicio por sistema, dé al traste con una solución a todas luces beneficiosa para cada una de las partes. Incluidos los pequeños pacientes, que de este modo mantendrían la continuidad con los profesionales que los atienden.

Es verdad que la concesión de comisiones de servicio ha supuesto en muchos casos que quedaran vacantes de forma endémica las plazas menos atractivas y que las carencias y falta de profesionales impacten reiteradamente en los eslabones más débiles de la cadena, como son los hospitales comarcales o la atención médica rural. Un motivo por el que la actual dirección de SACYL ha decidido dar un vuelco a su política de personal y restringir al mínimo a partir de ahora la autorización a sus profesionales de dejar temporalmente vacantes las plazas de las que son titulares para ocupar otras que les resulten más atractivas, a no se por necesidades muy acuciantes para el sistema sanitario. En este caso no parecen apreciar que exista motivo algun para conceder esos permisos, a tenor, al menos, del temor que manifiestan algunos de los implicados. Es generalizada la sospecha de que los gestores sanitarios de Valladolid no están por la labor de admitir unas solicitudes que, por el contrario, todos los implicados sobre el terreno consideran beneficiosas.

Llama poderosamente la atención la diferencia de trato de SACYL con otra solicitud de comisión de servicio de un pediatra que hasta ahora trabajaba en la atención neurológica de los más pequeños, especialidad que no existe como tal en ninguna de las plantillas orgánicas de la Sanidad de Castilla y León. Tras participar en la misma Oferta de Empleo de 2018 solicitó cubrir una plaza de Atención Primaria en la provincia de Soria, concretamente en Almazán, y paralelamente pidió mantener su actividad en el hospital burgalés. En este caso y pese a la conocida escasez y necesidad de pediatras en los centros de salud, particularmente en el medio rural, SACYL ha concedido una autorización especial para que este profesional pueda compaginar ambas ocupaciones, desarrollando su labor tres días en el HUBU y dos en su consulta de Atención Primaria. Las presiones de las familias cuyos niños está siendo atendidas en el HUBU han pesado fuertemente en este decisión, dado que, pese a no existir oficialmente en ninguna plantilla orgánica de SACYL una especialidad de neurología pediátrica el trabajo de este profesional centrado en esta disciplina ha acumulado no solo una valiosa experiencia sino también una beneficiosa vinculación con los pacientes. Un incentivo para que, también desde la Ribera del Duero, las familias jóvenes reclamen el mantenimiento de los acuales profesionales, ya que el desmantelamiento del actual equipo pediátrico en atención especializada vendría a sumarse a la ya maltrecha atención pediátrica de Atención Primaria, sin profesionales en el medio rural desde principios de año y con una precaria ocupación de más de la mitad de las plazas en los Centros de Salud de Aranda.

 
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