La preñez inaudita

La opinión de Juan Miguel Alonso (13/4/2021)
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León
Hace unos días se nos atragantaba el churro matinal a leer la convocatoria de la Yunta llamando a la vacunación de mujeres de más de 64 años que no estuvieran embarazadas en Burgos y Segovia. Era ya reconocida la fertilidad de burgalesas y segovianas, pero estos nuevos datos la han llevado hasta los límites los límites de lo mítico.
No es de extrañar que a nuestra Consejera de Sanidad le dieran el título de mejor médica del mundo. Y es que, en manos como las suyas, la ciencia de Galeno ha avanzado una barbaridad.
La ciencia y el esperpento, como la gestión que se está haciendo de la vacunas en esta nuestra comunidad. Resulta de imposible seguimiento la lógica cantinflesca con que se mueven calendarios, grupos de vacunación y vacunas recomendadas.
La anulación motu proprio por 24 horas de la de Astrazeneca y el laberinto sin respuestas en el que se deja a decenas de miles de ciudadanos ya inmunizados con la primera dosis es una antología del disparate que invitaría a la risa si no fuera porque el miedo y la desinformación se instalan dolorosamente en el ánimo de los vacunados. Y los pacientes, como es lógico, se impacientan.
Algunos aprendices de brujo, como el emperador Egea, pensaron que nada importan los desastres de una gestión parvularia por inconsciente, y que todo se arregla con cuatro sobradas en la rueda de prensa diaria, pero la verdad es que el personal puede tener una memoria de elefante para lo que atañe a su salud y a los juegos de trilero que algunos practican con ella.




