Se escapa el tren

Vigo

Balaídos se convirtió en la noche de este lunes en la fiesta del gol. La pena es que fue finalmente el Sevilla el que se llevó los tres puntos y la ilusión del Celta de seguir peleando por la séptima plaza.

El Celta volvió a ser el Celta de Coudet, el de la presión alta y el de correr y hacer efectivo el potencial ofensivo del que presume. Liderado por Aspas y Denis Suárez, lastrado por la lesión de Mina y con el cambio de centrales con Aidoo y Fontán, los vigueses hicieron disfrutar a los aficionados pero con el castigo de no llevarse el premio de la victoria. Sin la presión de la necesidad de los resultados, el Celta se liberó y regaló una primera parte con un festín de goles, fiesta a la que sumó el Sevilla.

Fue el primero en golpear, precisamente, Kounde cabecea a la red de Villar sin oposición, en un saque de esquina. Las tablas las puso Iago de penalti y el segundo también lleva su firma, asistido por el mejor Denis Súarez que recordamos en Vigo. Partido excelso del de Salceda. El Sevilla no tardó en reaccionar, un disparo de Fernando desde la frontal que tocó en Aidoo y descolocó a Villar. Pero el Celta no se conformó y quería más. A pesar de la lesión de Mina, el potencial ofensivo se mantenía intacto. Magia entre Brais, Denis y Iago que acaba con el gol de Brais Méndez al filo del descanso.

Tras el descanso el Celta siguió a lo suyo, buscando el gol. Pero lo encontró primero el Sevilla y Rakitic puso las tablas. El Celta pudo incluso volver a adelantarse pero fue el Sevilla el que golpeó al final, en un fallo innecesario de Aidoo que aprovechó el Papu para darle los tres puntos al equipo hispalense. El árbitro no consideró pena máxima la acción de Diego Carlos sobre Ferreyra que acabó con la nariz rota y el Celta salió derrotado de Balaídos y con el objetivo de Europa descartado.