Informe 17: Mujeres gitanas

Zaragoza

Esta semana, el 8 de abril, se conmemoraba el Día Internacional del Pueblo Gitano. En la Unidad de Vigilancia Sexista, aprovechamos para conocer a mujeres gitanas que están rompiendo con los estereotipos y también para preguntar con qué dificultades se encuentan y cuáles son los principales retos del feminismo en esta comunidad.

Un ejemplo de mujer gitana que "rompe moldes" es la zaragozana Lorena Borja, que se ha convertido en la primera mujer gitana árbitra de baloncesto. Reconoce que cuando dijo en casa que quería dedicarse al arbitraje, "pensaron que estaba un poco loca", pero cuando vieron que se le daba bien y  le gustaba, "toda la familia le apoyó y ahora están muy orgullosos".

Borja afirma que "las mujeres gitanas no suelen estar metidas en el deporte, pero poco a poco iremos cambiando de mentalidad". Por eso, le gusta la idea ser la primera mujer gitana árbitra, porque puede animar a alguna otra joven que no se haya atrevido. Sin embargo, también le apena que no haya más gitanas árbitras como ella.

Otro ejemplo de mujer gitana que rompe con los estereotipos es Sara Gimenez, la primera mujer gitana licenciada en Derecho en la Universidad de Zaragoza y una de las primeras mujeres gitanas diputada en el Congreso, por Ciudadanos. En el programa Parlamento, de TVE, comentaba hace unos días que "en 20 años, muchas evoluciones del pueblo gitano han venido de la mujer". "Tenemos un doble rol porque las mujeres gitanas somos las grandes transmisoras de la identidad gitana, pero nos hemos enfrentado una discriminación múltiple porque hemos tenido que vencer los roles de género y también el rechazo por el perfil étnico", añade Giménez.

Los estereotipos sobre la mujer gitana

La responsable en Aragón del programa Cali de la Fundación Secretariado Gitano, un programa específico que busca la igualdad de género y trato de la mujer gitana, Tamara Clavería afirma que los estereotipos están tanto dentro de la comunidad gitana -relacionados con la pureza, la obediencia y el emprendimiento-, como en la comunidad no gitana, que ve a las mujeres gitanas con una imagen de dependencia, de analfabetismo, relacionada con el casamiento prematuro, con tener muchos hijos... 

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"Esas imágenes no se corresponden con la realidad", explica Clavería, porque "cada vez tenemos más modelos de mujer y también de mujer gitana". Eso sí, la responsable del programa Cali en Aragón apunta que el punto de partida es muy específico: "Sólo el 15'5% de las mujeres gitanas finalizan la ESO, frente al 95% de las mujeres no gitanas. Además, la tasa de analfabetismo en mujeres gitanas es del 14%, cuando en hombres gitanos es el 6% y entre la población no gitana, sólo el 2%. Y la tasa de empleo de las mujeres gitanas es del 16% frente al 44% de los hombres gitanos".

De todas formas, "las mujeres gitanas somos las que, cada vez más, intentamos convivir con los valores de la cultura gitana y participar en los espacios de la sociedad mayoritaria", apunta Clavería. "No es fácil convivir con ambas exigencias; es desafío es ser mujeres de nuestro tiempo sin renunciar a nuestra propia identidad", añade.