El Covid se ceba en Málaga en los barrios más vulnerables y masificados

Málaga

El coronavirus se ha cebado con los barrios más pobres de Málaga, aquellos que presentan rentas más bajas y mayor densidad de población.

Son las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Málaga, Fundación CIEDES y el Observatorio de Medio Ambiente Urbano de Málaga con datos hasta diciembre del pasado año en el que se han manejado más de doscientas variables demográficas, territoriales, socioeconómicas o asistenciales.

La pandemia se dispersó, al comienzo, por igual en los barrios ricos y pobres de Málaga, en el momento en el que se implementaron las primeras medidas de control y confinamiento el virus corrió a las zonas más vulnerables y masificadas de la capital: Palmilla, Carlinda, La Corta, norte de calle Mármoles y márgenes del Guadalmedina, además de la zona más habitada en carreta de Cádiz, áreas en las que la naturaleza del empleo predominante impide el teletrabajo y donde familias numerosas habitan en pisos pequeños. Ya puedes escucharlo.

El estudio ha sido presentado esta mañana en el Foro Transfiere, el objetivo es dotar a las administraciones de herramientas para planificar la actuación económica y sanitaria en los barrios.

El virus no elige a sus víctimas, pero los datos muestran que la pobreza y la precariedad han provocado más contagios y muertes entre la población más vulnerable

Para lograr el objetivo buscado, este grupo multidisciplinar ha impulsado un amplio muestreo con datos procedentes del SAS, del SEPE apoyado por 3800 encuestas telefónicas a familias de los 20 grandes barrios de la capital de la Costa del Sol y su área metropolitana. Las respuestas de los entrevistados han permitido conocer las condiciones de vulnerabilidad de los barrios malagueños y las consecuencias de la pandemia.

La hoja de ruta trazada incluye la relación de datos sobre las rentas familiares, ayudas y subsidios recibidas en estos meses de las ayudas los datos de desempleo, el tamaño de las viviendas.

Entre las conclusiones destacan que:

1.- En precovid, a pesar de la buena dinámica económica del turismo y de la benignidad climática, la ciudad mostraba diferentes niveles de vulnerabilidad, ya fuese asistencial, socioeconómica, demográfica o territorial, que se manifestó en índices para cada una de las dimensiones y en un ISV. •

2.- La aparición del COVID atiende a un doble patrón, en función de la evolución del número de contagios. En un primer momento, las zonas más afectadas no se correspondían con los barrios más vulnerables, más bien al contrario. 

3.- Conforme se empieza a establecer mecanismos de control, derivados del mayor conocimiento de la dinámica del virus, la densidad de contagio por barrio muestra una asociación significativa con su grado de vulnerabilidad, evidenciando que el papel relevante de la vulnerabilidad de cada uno de los barrios .

4.- Aunque a nivel general hasta diciembre se había hablado de 2 olas, la extraordinaria capacidad de contagio marca un patrón local que puede ser variado, de tal manera que en Málaga podemos afirmar sin lugar a duda la existencia de 3 olas, o de la existencia de dos “jorobas” en la segunda ola.

5.- A medida que la pandemia avanza el nivel de afección es mayor en los barrios más vulnerables, de nuevo, especialmente en los más vulnerables desde el punto de vista asistencial y/o socioeconómico.

6.- Es necesario seguir estudiando la expansión de la pandemia y la correlación de la densidad de contagios con la vulnerabilidad de los barrios.

7.- En la situación “post-COVID” parece necesario el análisis del impacto de la pandemia en la distribución geográfica e intensidad de los indicadores de vulnerabilidad en los distintos barrios, así como la capacidad de resiliencia de cada barrio.

8. Las conclusiones sobre la vinculación entre la densidad de contagios y la vulnerabilidad de los barrios deberían ayudar a la activación de estrategias preventivas de gestión por parte de las administraciones involucradas.

9. La implementación de políticas de recuperación post COVID deberán tener un enfoque inclusivo para no dejar a ningún barrio atrás, para lo que es importante tener en cuenta la intensidad de la vulnerabilidad de los barrios y su afección por la COVID.