La columna de Rosa Alcubilla: "Yo soy porque nosotros somos: UBUNTU"

Aranda de Duero

 Estamos saturados y sobrecargados de información. La salud nos tiene preocupados, y las noticias en ocasiones parecen contradictorias. En plena era digital y con más información que nunca, la incertidumbre nos desorienta. Todo son dudas.

Llegó un momento en que decidí aislarme y filtrar, seleccionar sólo programas de cultura, arte o desarrollo personal, que no tienen nada que ver con economía, política y crisis sanitaria. Buscaba la calma y el reposo, apartándome de la aplastante realidad, teletrabando en pijama, en soledad y silencio, haciendo a intervalos ejercicio. Pero, la vida zen y yogui no casan con mi personalidad, espíritu comunicativo y la curiosidad que me mantiene viva. Irremediablemente vuelvo a llenarme de información. Y, más de lo mismo, ahí siguen el temor y la incertidumbre, la desconfianza y los abrazos postergados, las celebraciones incompletas. ¿Cómo planificar el futuro si no sabemos lo que pasará la próxima semana? No es fácil salir de este bucle que nos invade. O, de esta jaula.

Recurro al gran Machado, el poeta republicano, para hacer camino al andar. Y, eso supone cambiar de enfoque, perder el miedo, y ampliar la visión. Con el exceso de información nos hemos olvidado de cosas tan importantes como el cambio climático y sus terribles consecuencias. Las realidades lejanas, como la de Brasil, donde la pobreza se ha multiplicado por tres este año de pandemia, nos resultan ajenas. El debate sobre si sería mejor liberar las patentes para hacerlas llegar a países pobres densamente poblados no nos saca de nuestro ensimismamiento. Pero, si algo nos ha quedado claro es que todos vamos en el mismo barco. Hemos aprendido que el individualismo para protegerse está interconectado con la solidaridad y espíritu comunitario. Entre los pueblos de África hay una frase que resume muy bien su filosofía al respecto: Ubuntu, yo soy porque nosotros somos.

Es hora de salir de nuestras burbujas, traspasar lo inmediato y retomar compromisos. Así que, con protección, podemos salir a las terrazas, acudir a las salas de cine, que ya están abiertas. Además, este mes en nuestra localidad tendremos: cuentacuentos, música, teatro, exposiciones, cuencos tibetanos, visitas a bodegas. Y, el sábado 24, en la Glorieta Rosales se celebrará el Día del libro, intercambiando dos por uno. Hay mucho por hacer, conocer y disfrutar. Naturaleza, arte y cultura de los pueblos de la Ribera, o de la provincia. Si ya podemos disfrutar del estallido blanco de los cerezos en flor, en el escondido y cercano Valle de Caderechas, es que la vida está llamando a nuestra puerta.