Cuatro de años de cárcel por abusar de su hija de 10 años

Sevilla

Un vecino de Sevilla ha sido condenado a cuatro años de cárcel por abusar de su hija cuando ella tenía 10 años y ha sido absuelto de otro delito idéntico al considerar el tribunal que no hay pruebas de que cometiese los mismos hechos cuando la niña era más pequeña, como denunció la madre.

En una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla condena a F.J.B.A. por un delito de abuso sexual, le impone seis años de libertad vigilada y le prohíbe durante cinco años acercarse a menos de 300 metros o comunicarse con su hija, a la que deberá indemnizar con 1.000 euros.

La Sala también acuerda privarlo de la patria potestad sobre su hija durante cuatro años, aunque la joven declaró en el juicio que su relación era "nula".

El tribunal establece como probado que el encausado estaba junto a la víctima en el sofá del domicilio familiar sobre las tres de la madrugada del 23 de abril de 2016 cuando, "con ánimo libidinoso", metió la mano bajo el pantalón y las bragas de la menor y le tocó los genitales.

En cuanto al segundo delito de abuso por el que fue juzgado, "no queda acreditado" que hiciera "objeto de tocamientos de índole sexual" a su hija cuando tenía "6 o 7 años", según la Sala.

La Fiscalía pidió un total de diez años de prisión para F.J.B.A. por los dos delitos, mientras que su exmujer solicitó nueve.

En la sentencia, facilitada por la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la Audiencia explica que el acusado abusó de la niña aprovechando que era su progenitor, aunque "sin violencia ni intimidación".

También recalca que la hija contó los hechos "con claridad y coherencia", califica su testimonio como "veraz y creíble" y destaca que, preguntada por si los tocamientos habían sido por encima de la ropa, "gráficamente dijo que fue piel con piel".

La Sala valora un episodio de un día que se encontró con su padre y este le comentó "gorda, que yo soy incapaz de tocarte", a lo que ella respondió "espera un momento, lo que estoy contando en el juicio es verdad, tú lo hiciste".

Luego le dijo "que dejara la droga y que se diera a valer, que el juicio iba a seguir y que si tú cumples tus años de condena y cambias, no te quito una segunda oportunidad".

A preguntas de los jueces, la víctima también manifestó que "nada más fue ese día" y que no tenía "ningún problema" con su padre.

Según el tribunal, la testigo no fue "aleccionada, influenciada o mediatizada por nadie" para narrar "de forma inventada" ese "repulsivo episodio".

En cambio, el tribunal alega que "hay un absoluto vacío probatorio" respecto a la segunda acusación.

La ya adolescente sólo refirió que, años después, su madre le dijo que una vez se había levantado la falda en el colegio porque, según explicó a la maestra, su padre se lo hacía, pero en el juicio afirmó que eso "era lo que le había dicho su madre" y que ella "era tan chica que no tenía memoria de eso".

La Fiscalía pidió 3.000 euros de indemnización y la expareja, 5.000, pero el tribunal la fija en 1.000 por la "mínima incidencia" de los hechos en la víctima, a quien "no consta que le haya quedado secuela alguna ni haya precisado tratamiento", y porque los abusos "se ejecutaron en una única ocasión".