La silla eléctrica

Palencia

El pasado lunes anuncié que ampliaría el asunto que nos ocupaba, la accesibilidad de la ciudad, centrándolo hoy en los edificios, en lo urbanístico. Pero la actualidad y la estupidez humana me obligan a no pasar por alto un hecho acaecido en la ciudad hace unos días y que podría servir de fundamento, perfectamente, para un sketch televisivo de José Mota.

Si, hoy quiero hablarles de la silla eléctrica. Pero no de la que relacionamos con las ejecuciones y la muerte, sino la otra, la que por el contrario ha dado vida a muchas personas dependientes que se veían incapacitadas de salir de casa, por su dependencia de los demás. Y me explico.

Espacio escénico: Calle Mayor, a la altura de la imagen del escultor Victorio Macho. Zona peatonal. Una mujer, con movilidad reducida, conduce su escúter en dirección a Correos, acompañada por otra persona que lo hace andando. De repente, una pareja de la Policía Municipal se dirige a la conductora y le requiere su permiso de circulación.

Ante la extrañeza de la sorprendida ciudadana, uno de los agentes apremia a la interceptada para que obedezca sus órdenes y le entregue la documentación solicitada. De nada sirven las muestras de asombro, manifestadas por la conductora del vehículo, que llega a preguntar al agente si se trataba de la broma de algún amigo en común. No obstante, ésta termina mostrando el permiso para conducir automóviles, ya que para el vehículo eléctrico que conduce en ese momento no se requiere permiso de circulación alguno.

Aclaración: los usuarios de sillas de ruedas eléctricas tienen la consideración de peatones, por lo que se les aplica la normativa de tráfico vigente para los peatones, y por tanto, pueden circular por aceras y zonas peatonales, a velocidad de paso humano, sin necesidad de contar con un permiso de circulación. Sí, insisto, sin necesidad de contar con un permiso de circulación.

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Reproducido el sketch, me pregunto: ¿Se disculparon los agentes después ante su manifiesto desconocimiento de la normativa al efecto? ¿Acaso se han preocupado por aumentar sus conocimientos para no repetir situaciones ofensivas como ésta? A la primera pregunta respondo tajantemente no. En cuanto a la segunda lo desconozco, aunque un poco más de instrucción no les vendría mal para ejercer correctamente su profesión.

Conclusión: Como el hecho a todas luces vejatorio no es un hecho aislado, ni la escenificación de una parodia televisiva, sería bueno y perentorio que los mandos policiales y los responsables municipales tomaran medidas sobre estas acciones arbitrarias y con cierto sesgo de autoritarismo irracional que se vienen repitiendo en exceso en los últimos tiempos en Palencia.