Sobre las ayudas por erte a los más vulnerables
La opinión de Pomares

Tenerife
La consejera de Economía y Empleo se reunió ayer con los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras para anunciarles lo que ya sabían, que es que el Gobierno prepara ayudas a los trabajadores en erte que lo estén pasando peor, a las que se destinarán 30 millones de euros, en cumplimiento de los acuerdos suscritos con los sindicatos en el contexto del Plan Reactiva Canarias. Los dineros serán usados para dotar una prestación de cien euros, cien, que se repartirá durante un tiempo aún no determinado y que recibirán los trabajadores en erte, con ingresos por debajo del salario mínimo interprofesional.
La decisión que ahora se anuncia va a empezar a estudiarse, es fruto de una reclamación realizada por los sindicatos hace dos semanas, tras acordarse de que la medida estaba en el Plan Reactiva –firmado ahora hace casi un año, y descubrir que la medida, está siendo aplicada por el resto de las comunidades autónomas españolas, en algunas desde hace ya tiempo. Cataluña, por ejemplo, decidió en marzo dar ayudas a 134.000 trabajadores de erte, con un pago único de entre 600 y 900 euros, en función del tiempo que llevaran sin trabajar. En la Comunidad Valenciana, la cantidad mensual es de 150 euros por tres meses, igual que en La Rioja, donde se abrió la solicitud a principios de este mes. También se acordó un pago único de ‘solo’ 210 euros en Andalucía. Y en País Vasco y Navarra fueron pioneros: la prestación quedo lista a finales de julio del año pasado, por hasta 450 euros. En Castilla y León, se lo han tomado con más calma y han sido los penúltimos, hasta ahora, aunque se han rascado más el bolsillo: los trabajadores pueden solicitar el cobro, ya desde ayer, de hasta 630 euros, 7 euros diarios por un máximo de 90 jornadas.
En Canarias, siempre una hora menos y un montón de meses después, tras el encuentro del presidente Torres hace unos días con los sindicatos, Elena Máñez ha decidido ocuparse del asunto y anunciar que ahora empezarán a discutir las bases para poder aplicar la ayuda “desde el diálogo, el acuerdo y el consenso”. Y es verdad que son grandes valores el diálogo, el acuerdo y el consenso, pero digo yo que no me dialoguen tanto y se den un poquito más de prisa… ¿eh?




