El tío más afortunado del mundo
Víctor Grande / Víctor Grande
A Coruña
Quizás en algún momento de sus vidas hayan pensado que la suerte les ha sonreído. Que se yo, una pedrea en la lotería de Navidad, conocer al amor de su vida, que a sus hijos no les guste Alex Ubago. Cosas buenas, en general. Pero nada comparado con la historia de Tsumoto Yamaguchi, probablemente el tío más afortunado del mundo.
El señor Tsumoto Yamaguchi estaba el 6 de agosto de 1945 en viaje de negocios en el peor sitio del mundo en aquel momento: en Hiroshima. Catapúm, cayó la bomba atómica y se cargó a media ciudad. ¿Dónde está la buena suerte? Pues que el señor Yamaguchi sobrevivió. Apenas unas quemaduras y una noche en el hospital.
El pobre quedó tan traumatizado que decidió volver a su pueblo natal. ¿Y que pueblo era ese? Efectivamente, amigos, Nagasaki. Estaba deshaciendo la maleta cuando de repente: catapum. Otra bomba atómica. ¿Se pueden creer que el señor Yamaguchi sobrevivió de nuevo? ¡Esto ya es cachondeo! Gritó al cielo.
Y ustedes dirán: madre mía, dos bombas atómicas. Este hombre tuvo que morir por radiación al poco tiempo. ¡Pues no! El señor Yamaguchi murió en 2010 con 93 años. Así que triplemente afortunado, porque al morir ese año, se perdió cosas tan horribles como Fukushima, el coronavirus o La isla de las tentaciones. Qué duda cabe.
