Ciudadanos y Vox asumen la defensa de la gestión de la pandemia ante la ausencia de Ayuso
Los dos socios del Partido Popular durante la pasada legislatura reivindican las decisiones del gobierno de coalición y pugnan por disputarle a Ayuso el voto de la hostelería
Madrid
Los candidatos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid han abordado la gestión de la pandemia, el primero de los bloques del debate de la SER, a cuatro. A esas alturas ya faltaban la candidata popular, Isabel Díaz Ayuso, que rechazó participar desde un primer momento; y Pablo Iglesias, que se ha negado a debatir con la candidata de Vox, si Rocío Monasterio no retiraba antes sus dudas sobre las amenazas de muerte que ha recibido el candidato de Unidas Podemos.
La ausencia de Ayuso ha dejado vacante la defensa del trabajo realizado, que han suplido sus dos aliados y rivales, Ciudadanos y Vox. Al fin y al cabo, los primeros han compartido gobierno con ella hasta que decidió disolver la Asamblea; y los segundos hicieron posible su investidura en 2019, sin más sobresalto desde entonces que algún desencuentro obligado en la cámara madrileña. “El gobierno aquí soy yo”, ha dicho entre risas el naranja Edmundo Bal, recién aterrizado en la política madrileña, mientras el socialista Ángel Gabilondo le reprochaba “la falta de ayudas directas” a los sectores económicos más golpeados por la pandemia, como el de la hostelería. “Un poco de portavoz sí que viene”, le ha replicado inmediatamente el exrector.
El debate de la SER ha dejado claro que ni Ciudadanos, ni tampoco Vox, quieren que el Partido Popular capitalice todo el descontento de barras y terrazas. Había que confrontar con la izquierda, como cuando Bal ha presumido ante Mónica García de ser “muy de bares”, a lo que la candidata de Más Madrid le ha respondido con un “yo también”. Por un momento parecía que todo podía terminar medio bien, con unas cañas y un bocata de calamares, pero era un espejismo. El naranja quería saber si la alternativa de García a las decisiones de Sol es “cerrar la hostelería.” “Nosotros hemos dicho desde un principio que hay que sacarla a la calle, hay que controlarla y ayudarla”, le ha respondido la anestesista. El antiguo abogado del Estado esperaba con la puntilla afilada: “¿Sabe quién lo ha hecho? Begoña Villacís, con [la ampliación] de las terrazas”.
Rocío Monasterio, que defiende “levantar el toque de queda y acabar con las restricciones”, ha entrado en la pugna por la bandera de la hostelería, que Ayuso ha dejado ondeando sin dueño a once días de las elecciones en el estudio principal de la SER. “En el borrador de presupuestos había migajas para los hosteleros, 86 millones solo”, ha afeado la lideresa de la ultraderecha madrileña, que hasta el mismo día del adelanto electoral estuvo negociando a esas mismas cuentas -iban a ser las primeras desde 2019- para la Comunidad de Madrid. “Eran 1.000 millones”, le ha interrumpido Bal, al que a la vez ha cortado Gabilondo, que les ha señalado que estaban pidiendo a la audiencia un acto de fe. “Pasean un borrador que solo ustedes han visto”, ha zanjado.
El socialista ha criticado el “efecto llamada” que -asegura- ha generado el gobierno regional con “la fiesta de Madrid”. Para Gabilondo “ha sido muy mal mensaje” de una Comunidad que ha adoptado medidas “poco claras y laxas”. Desde las filas naranjas, su candidato ha afeado a la izquierda que use las cifras de la pandemia “para enfrentar a unas Comunidades Autónomas con otras”, mientras les recordaba a continuación que “Madrid presenta ahora mejores datos [de transmisión del virus] que Euskadi, Navarra, Ceuta o Melilla”. “No se trata de comparar -ha insistido el naranja- porque el virus no viene con un manual de instrucciones que te diga cómo acabar con él”. Ahí le ha cogido la matricula Mónica García. “Sí hay un libro de instrucciones, se llama ciencia y la Comunidad de Madrid se ha chocado desde el minuto uno con la evidencia científica”, le ha contestado poco después la candidata de Más Madrid. Ha vuelto hasta Barajas. Como esta vez no estaba Ayuso, ha sido Monasterio quien ha puesto el aeropuerto sobre la mesa de debate. “Cuando pedí el control de Barajas el 24 de enero [de 2020] me llamaron xenófoba”, ha espetado la de Vox.
Y en una región en la que el Zendal se ha convertido hasta en una unidad monetaria para medir el despilfarro, que desde hace unos meses gobierno y oposición indistintamente cuentan en “zendales”, no podía faltar el hospital de pandemias. García ha negado que quiera cerrarlo, pero ha criticado que se construyera “sin sanitarios”. “No ha cumplido las expectativas de descolapsar nuestro sistema sanitario, que lleva así un año”, ha argumentado. En su defensa ha salido de nuevo Rocío Monasterio. “Gracias al Zendal hemos podido tener hospitales limpios”, ha dicho, mientras García le pedía reiteradamente que le pusiera un ejemplo.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de...