Incautan casi 500 móviles en la prisión de Alhaurín en los últimos cuatro años

Málaga

Los funcionarios de prisiones de la cárcel de Alhaurín de la Torre han localizado e incautado, en los cuatro años, unos 500 teléfonos móviles que los presos tenían ocultos en sus celdas. La cifra es elevada aunque el número de terminales intervenidos ha ido disminuyendo por el importante control de vigilancia que realizan los trabajadores de la plantilla estatal. En concreto, según los datos a los que ha tenido acceso la SER, se han hallado 227 móviles en el año 2018, 179 aparatos en 2019, 96 durante al año 2020 y, finalmente, 21 terminales en lo que llevamos de casi cuatro meses de este ejercicio de 2020. A este importante volumen de teléfonos intervenidos en la prisión provincial de Málaga hay que sumar otros veinte móviles localizados en la cárcel de Archidona desde su uso como prisión hace justo cuatro años (desde abril de 2018).

"Los teléfonos móviles están prohibidos en los centros penitenciarios debido a los problemas de seguridad que nos pueden generar (a los funcionarios), así como a la sociedad en general ya que se han dado muchos casos de presos que con éstos aparatos han contactado con sus exparejas, con órdenes de protección en vigor, así como de internos que estaban cumpliendo condena por tráfico de drogas y con estas comunicaciones con el exterior seguían ejerciendo sus labores y llevando a cabo operaciones de narcotráfico, es decir, que seguían cometiendo delitos dentro de los centros penitenciarios, desde su propia celda", tal como relata en SER Málaga Rafael Paniza, secretario de Relaciones Institucionales de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones en una entrevista que puede escuchar, al completo, en el siguiente enlace.

¿Cómo entran los móviles en la cárcel? "Lo introducen en su cuerpo y de este modo logran burlar las medidas de seguridad en los accesos a la prisión", explica Paniza. "Son bastante pequeños, con acceso a internet, y la forma más habitual de meter los terminales en la cárcel es cuando regresan de permiso, o en los bis a bis... por eso siempre hemos reclamado a Instituciones Penitenciarias poder contar con más medios, y también medidas legales, para evitar que se puedan colar objetos peligrosos en la cárcel y acabar con esta lacra".

DROGAS EN PRISIÓN

La plantilla de funcionarios también se topa con las cantidades de droga que los internos han logrado introducir por sus propios medios o con la ayuda de familiares. "Uno de los últimos casos han sido casi 200 gramos de hachís que localizamos en el interior de la chaqueta de un preso que venía oculto en un paquete de ropa que la habían traido sus familiares ya que durante la pandemia se han reducido tanto las visitas como los permisos para salir", relata el secretario de Relaciones Institucionales de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones.

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La incautación de sustancias estupefacientes en la prisión de Alhaurín de la Torre ha alcanzo cifras de más de 3.700 gramos de hachís, 62 gramos de cocaína y 270 gramos de benzodiazepinas (considerados ansiolíticos). A esto hay que añadir otros 500 gramos de hachís en la prisión de Archidona.

REINCIDENCIA

La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones lleva años alertando ante la Secretario de Instituciones Penitenciarias el obseleto sistema de cálculo de reincidencia de los presos que cumplen condena. "Es una de las reivindicaciones que hemos planteado a los diferentes Gobiernos; que atienda las peticiones de los funcionarios ya que somos un colectivo muy importante para garantizar la seguridad de la sociedad", añade Rafael Paniza "y estamos pidiendo mejores salariales, ya que las actuales tablas salariales son muy obseletas, y que seamos considerados y  declarados 'agentes de la autoridad' (como ocurre con maestros, sanitarios o conductores de autobús) ante las numerosas agresiones que viene sufriendo el colectivo" añade Paniza, ya que de este modo las sanciones para el autor de una agresión serían más contundentes.