Cantabria busca voluntarios para cuidar los caminos de peregrinación
Se creará en 2023 una red de 'cuidadores voluntarios'

Presentación del proyecto. / Gobierno de Cantabria

Santander
Cantabria quiere contar en 2023 con una red de 'cuidadores' de los más de 300 kilómetros que alberga la región entre los dos caminos de peregrinación jubilar que la recorren, el lebaniego y el Santiago por la Costa, para contribuir a su conservación y enriquecer la experiencia del peregrino. Para ello, la Fundación Camino Lebaniego ha impulsado el proyecto 'Cuidadores del Camino', que pretende sobre todo acercar a la población local los caminos de peregrinación no sólo como valor y reclamo turístico, sino también como una vía para compartir y perpetuar el patrimonio cultural inmaterial de los pueblos.
Así, plantea hacerlos partícipes de su conservación y gestión a lo largo de los más de 300 kilómetros de peregrinación que discurren por Cantabria y que están reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además de a los voluntarios, también está abierto a las asociaciones de peregrinos y entidades relacionadas con el cuidado de la biodiversidad y del legado cultural.
En un acto celebrado en Comillas se ha dado a conocer el plan piloto, que se centra en una parte del trazado que incluye un tramo compartido por el Camino Lebaniego y el de Santiago por la Costa y su punto de separación, y discurre por siete municipios: Alfoz de Lloredo, Ruiloba, Comillas, Valdáliga, San Vicente de la Barquera, Val de San Vicente y Herrerías.
Este proyecto tiene como objetivo fundamental defender y divulgar los valores del Camino, garantizar la sostenibilidad y pervivencia de los que pasan por Cantabria y que sean una oportunidad de poner en valor la cultura, el paisaje, la memoria y el talento local, para atraer recursos y dinamizar nuestra economía y desarrollar acciones innovadoras.
La iniciativa se materializará en el diagnóstico y mejora del estado de conservación (señalética, limpieza, áreas de descanso cuidadas y protegidas), la mejora de la experiencia del peregrino con una mayor acogida y hospitalidad y la creación de vínculos con la población autóctona. Además, permitirá generar contenidos para web y redes sociales, favorecer sinergias entre los dos caminos de peregrinación, y contribuir a la difusión en centros educativos.
En 2021 comenzará la fase de análisis y diagnóstico, además de la realización de propuestas de mejora a nivel medioambiental, patrimonial, cultural y de señalética, para continuar con la difusión en los municipios y finalizar en noviembre con la planificación de la transferencia del proyecto piloto a nuevos tramos y la definición de un modelo para el resto del Camino, involucrando a los cuidadores para que sigan participando.




