Adrián Pérez, un conquense en el barco de rescate humanitario de la ONG Open Arms

Adrián Pérez tiene 32 años, nació en Cuenca, de donde es su familia, aunque ha vivido y se ha formado en Alicante, ciudad en la que actualmente reside. Cursó Económicas pero su afición al mar pudo más y acabó estudiando Náutica. Ha trabajado en barcos mercantes y de pasajeros y desde hace dos años forma parte de la tripulación del barco Open Arms de la ONG del mismo nombre que se dedica a proteger en el mar a aquellas personas que intentan llegar a Europa huyendo de conflictos bélicos, persecución o pobreza. Sus misiones de rescate humanitario se desarrollan en el Mediterráneo central de donde acaba de regresar Adrián con quien hemos charlado en Hoy por Hoy Cuenca.

El barco Open Arms se encuentra estos días retenido en el puerto siciliano de Pozzallo mientras resuelve los trámites administrativos de una inspección de la Guardia Costera italiana. Allí atracó el pasado 1 de abril con unos 200 migrantes que habían rescatado unos días antes en medio del mar. “Cada vez que llegamos a un puerto nos hacen una serie de inspecciones que tenemos que pasar obligatoriamente”, explica Adrián Pérez. “Es una manera de retenernos el barco y nos ponen trabas administrativas para que no salgamos a la mar. Cumplimos la ley de Marina Mercante y todos los requisitos, pero hay gobiernos que realmente no les interesa nuestra labor por temas políticos. Nosotros cumplimos la normativa vigente y protegemos la vida humana en medio del mar”.

El próximo mes de septiembre está previsto que la justicia italiana juzgue al que fuera ministro del Interior Matteo Salvino a quien se le acusa de un delito de secuestro de personas por bloquear durante veinte días a 150 migrantes en medio del mar tras ser rescatados por Open Arms. “Nos bloquearon en Lampedusa con personas a bordo que venían de una guerra, niños, mujeres embarazadas, gente que había sufrido maltratos, y nos bloquearon. A la larga tendrá justicia lo que nos está pasando”, explica Pérez.

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Sobre las políticas actuales de migración de la Unión Europea, el primer oficial del Open Arms considera que “más allá de los intereses políticos, todos somos personas y todos tenemos derecho a la vida”. “Hay gente que viene maltratada de Libia, que vienen violados, muchos son tiroteados en el camino y nosotros protegemos la vida y creo que todo el mundo se tiene que dar cuenta de que tenemos derecho a vivir. Ellos, igual que nosotros, tienen derecho a una vida digna”, apunta Pérez.

La labor del Open Arms se desarrolla principalmente en misiones de rescate humanitario en el Mediterráneo central. “Cuando descubren que somos una ONG que intentamos proteger su vida en medio del mar, lo primero que hacen es llenarse de alegría, olvidar todo lo que han pasado en el camino. Su cara cambia completamente cuando se dan cuenta de donde están”, explica Adrián.

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“Las misiones duran unos cuarenta días. Una parte del barco es tripulación profesional y otra son voluntarios. A bordo tenemos un equipo médico y un hospital. Tenemos socorristas, equipos de prensa, mediadores culturales y traductores que hacen que todo el equipo sume a la hora del rescate”, explica el primer oficial del Open Arms que espera que en unos días se solventen los trámites administrativos que retienen el barco en Pozzallo para volver a poner en marcha una nueva misión de rescate humanitario en próximas semanas.