El Instituto de investigación sanitaria de C-LM

Albacete

Hace pocas fechas el Patronato de la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos y su presidente, el Consejero de Sanidad Jesús Fernández Sanz, anunciaron su firme intención de trabajar para la creación de un Instituto de Investigación Sanitaria en Castilla-La Mancha.

Es una gran noticia, ilusionante para los que defendemos la importancia de la investigación para cualquier sociedad. Castilla-La Mancha era desde hace muchos años una de las pocas autonomías del país que no disponía de ningún Instituto de Investigación, siendo sin duda alguna una de las más necesitadas de este tipo de estructuras. Aunque soy albaceteño, no me quedó otro remedio que estudiar la carrera de Medicina fuera de mi ciudad y de mi región, y formarme como neurólogo también lejos de mi familia. Ampliar horizontes ensancha también tu mente, así que no seré yo quien se queje de la oportunidad que tuve, ni del trato que me dispensaron en mi devenir formativo murcianos, madrileños y catalanes, pero sí diré que esa oportunidad me fue dada gracias al esfuerzo de mis padres y que en aquellos mismos años seguro que hubo muchos albaceteños que no pudieron permitirse estudiar fuera. Por fortuna las circunstancias han cambiado y Albacete posee hoy una las mejores Facultades de Medicina del país, como demuestran año tras año los resultados del examen nacional MIR, y también tiene -permítanme la licencia- uno de los mejores Servicios de Neurología del país, perfectamente capacitado para formar médicos residentes, como viene haciendo desde hace ya mucho tiempo.

Pero nuestra región sigue teniendo un debe importante con la investigación, y muy especialmente con la investigación en el ámbito de las ciencias de la salud. Existe una brecha intolerable entre los méritos asistenciales que se alcanzan en nuestros hospitales y la capacitación docente e investigadora que tenemos. Las Facultades de Medicina de CLM apenas tienen profesores vinculados clínicos, nuestros hospitales no poseen fundaciones hospitalarias que faciliten el trabajo no asistencial y la región no tiene ningún instituto de investigación que permita a los clínicos encontrar sinergias, facilitar trámites burocráticos tediosísimos, poder optar a una solicitud de financiación nacional o internacional con los mismos puntos que los demás (los que se conceden a priori cuando se pide desde un Instituto y no desde un Hospital), y, en definitiva, poder competir en igualdad de condiciones con otros colegas de cualquier punto del país.

Hay muchas razones para que las cosas hayan sido hasta ahora así, pero una muy importante es, en mi opinión, la falta de concienciación social y de los dirigentes sanitarios castellano-manchegos sobre la importancia de la investigación en el día a día de cada uno de nosotros. Es este un buen momento para cambiar las cosas. Hay un consejero convencido, una población que está viviendo en primera fila los beneficios de ser autónomos a la hora de investigar para -por ejemplo- crear vacunas, y un corpus de profesionales suficientemente preparados a todo lo largo de la región -y si me lo permiten de nuevo-, muy especialmente en Albacete, donde gracias a la Facultad de Medicina y los investigadores que en ella trabajan, se ha creado un microclima científico que está proporcionando notables rendimientos, como España entera ha percibido en este último año, precisamente cuando más exigidos estábamos todos los sanitarios.

Así pues, bienvenido el Instituto de Investigación de Castilla-La Mancha y bienvenido el nodo que dicho instituto sin duda alguna deberá tener en nuestra ciudad, muy cerca de nuestro viejo y querido Hospital y su Facultad de Medicina.