La columna de Ángel Martínez: "Cuando un diagnóstico es positivo"

Aranda de Duero

Qué importante es encontrar un profesional en cualquier campo, un profesional comprometido, amante (enamorado) de su trabajo. Donde es imprescindible la entrega y la dedicación es en el campo de la salud. Este país cuenta con un ingente equipo de sanitarios que dedican su vida a atender las situaciones más diversas.

Quiero reconocer desde estas líneas la labor de los servidores públicos que destinan sus esfuerzos a mejorar y mantener la salud de los ciudadanos.

Motivos personales me han acercado a la dinámica del Hospital Santos Reyes en estas últimas semanas y creo que es una obligación, un deber como pacientes, entonar un canto de alabanza a todos ellos: servicio médico, enfermería, auxiliares, celadores, personal de limpieza,…

Con qué amabilidad, paciencia, atención en las explicaciones, muchas veces complicadas para ejercer un servicio complejo, a veces incomprendido, doloroso en las decisiones, donde hablar de infartos, ictus, tumores, como diagnóstico, genera además de dolor, cabreos con la vida y hay que estar ahí para recoger lágrimas, tristeza, depresiones y ansiedades.

He podido comprobar la importancia del trabajo en equipo en la búsqueda de la solución más eficaz una vez definido el diagnóstico y en todo ello, al margen de los caracteres personales, me he encontrado con una información rigurosa, adaptada al paciente, emitida con tacto y centrada en la solución más eficaz.

Saben que trabajan con los problemas que generan las “externalizaciones” de algunas pruebas, con centros que tienen como prioridad la ganancia rápida, legítima en principio, siempre que no resulte deficiente para el enfermo. Y, a pesar de todo, han cubierto esas deficiencias con rigurosidad, superándolas y no transmitiendo inseguridad.

Gracias a estos profesionales sanitarios y crítica dura para los cargos políticos que permiten las privatizaciones innecesarias.