Interinos e intereses

Asturias

El ministro de Administraciones Públicas ha anunciado que acometerá la reducción de la temporalidad en el empleo público.

Sostiene Iceta que debería ser normal que los que ejercen un trabajo estructural en la Administración lo hagan desde una plaza fija. Aunque parece de sentido común, nunca ha sido así. El Estatuto Básico de Empleado Público en 2007, ya preveía mecanismos de consolidación del empleo temporal que tuvieron un alcance limitado y la situación se agravó, cuando el Partido Popular congelo durante varios años las ofertas de empleo público

El problema no es sencillo y, a la hora de abordar posibles soluciones, se ponen de manifiesto intereses diversos y contrapuestos. Mientras unos –aquellos que llevan años como interinos y sus sindicados creado exprofeso - reclaman convertirse, en la práctica, en fijos, otros –los opositores recientes- esperan con impaciencia la convocatoria de amplios proceso de selección. Mientras para los primeros la experiencia debe ser determinante, los segundos apuestan por la evaluación del conocimiento.

Así que cualquier decisión que se adopte generara el descontento de una parte, pero ello no debería ser obstáculo para que de una vez por todas se intervenga. Habrá que dialogar con todos los sectores en la búsqueda de soluciones, pero sin olvidar que en el acceso al empleo público se debe respetar los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, por lo que difícilmente se puede justificar obtener un puesto fijo con el único aval de los años de servicio.

Y mientras tanto es conveniente que las distintas administraciones agilicen los procesos de selección en marcha -la pandemia no puede ser la última excusa para justificar demoras de años- y, de paso, que establezcan criterios, claros y transparentes, sobre qué interino debe cesar o continuar en su puesto, en el momento en que se incorpora personal fijo, evitando así las tradicionales prácticas clientelares.

Actuar sobre la temporalidad es uno de los retos a los que será preciso dar respuesta, si de verdad se quiere diseñar una administración que responda a las necesidades del siglo XXI.