Bajo ningún concepto deberíamos definir a una persona con una enfermedad mental solamente por ese trastorno

Jumilla

Esta semana ha tocado reflexionar sobre toda esa lamentable situación que nos está dejando el círculo político del país, centrándonos en esa serie de cartas amenazantes que han recibido durante estos pasado días diversos representantes políticos, principalmente candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Como es sabido, en esas cartas además de los mensajes amenazantes se incluían balas e incluso una navaja en una de ellas eludiendo los controles de Correos y los sistemas de seguridad.

Al parecer se relaciona el envío de una de estas cartas con una persona con esquizofrenia. Estamos ante un error al relacionar directamente esta acción con la propia enfermedad porque se genera un importante perjuicio a las personas diagnosticadas con cualquier trastorno mental, porque a los diagnosticados en general se les estigmatiza.

De todo ello el doctor José Martínez ha conversado en la sección 'A vivir salud' de 'A vivir que son dos días Región de Murcia' con la Psiquiatra Belén González Callado, miembro de la Asociación AEN Profesionales de la Salud Mental y de la Asociación Madrileña de Salud Mental, un colectivo que trabaja por la defensa de los derechos humanos en Salud Mental y por la defensa de una sanidad pública y participativa.

La doctora González ha afirmado que el daño que se les hace a las personas diagnosticadas con una enfermedad mental es muy dimensionado. Por un lado, en el ámbito personal porque a esas personas no nos podemos dirigir a ellas como esquizofrénicos, es decir, la enfermedad no les define como personas. La esquizofrenia es un sufrimiento psíquico extremo y al igual que no nos referimos a quienes padecen SIDA como sidosos o a quienes sufren Cáncer como cancerosos, bajo ningún concepto deberíamos definir a una persona con un trastorno mental solamente por ese trastorno mental ya que tienen una complejidad de vida como la que podemos tener cualquier persona e incluso pueden tener la misma intensidad ideológica que quienes no hemos sido diagnosticados con un sufrimiento psíquico. En cualquier caso, a una persona que emite, por ejemplo como ha sido el caso reciente, una carta de amenaza o violenta, no se le puede atribuir ese acto al diagnóstico que tiene ya que eso es un simplismo que lleva al absurdo.

La psiquiatra ha explicado que "la salud mental es una cuestión de todos y el ejercicio de negación que hacemos al decir que el sufrimiento psíquico es de los otros, el sufrimiento psíquico no es lo que yo estoy experimentando o el transfórmalo en palabras como trastorno mental, esquizofrenia, depresión o distimia, lo único que hace es asustarnos mucho y alejarlo de nuestro campo de visión. Cuanto más cerca lo tengamos y cuanto más nos atrevamos a mirar directamente hacia ello, a buscar sus causas a investigar sobre los desencadenantes y a poder solventarlos, porque casi siempre son desencadenantes sociales y más en una sociedad que daña mucho o sea que cuanto más conscientes seamos del daño que podamos hacer y podamos parar cuanto antes, mejor nos va a ir a todos".

Únete al canal de WhatsApp de la SER