El futuro de los universitarios a examen: ¿La pandemia reclama nuevos perfiles profesionales?

Madrid

Algunos afortunados tienen muy clara su vocación desde pequeños, pero hay otros alumnos a quienes les cuesta más decidir qué estudiar. Aquí es donde entra la figura de los orientadores.

Jose Luis Jiménez, es uno de estos orientadores educativos y psicólogo. Lleva años viendo cuáles son las grades preocupaciones de los estudiantes antes de los exámenes, y algo que no ha cambiado, es el miedo a la temida 'nota de corte': “vemos que incluso lo chicos presentan ansiedad por la presión a la que se someten por satisfacer las expectativas. Ya sean objetivos que se autoimponen o que ven impuestos desde sus familias: “siempre los animamos a seguir sus sueños, pero con una dosis de realidad”, señala el orientador. “A veces hay que rebajar un poco el objetivo y jugar con un equilibro entre sueños y posibilidades”, añade.

Aunque la mayoría suele tener claro a qué rama formativa quieren encarrillar su formación. Una ayuda que importante para escoger es la familia. Eva, madre de dos estudiantes universitarios explicaba así el caso de sus hijos: “uno de ellos lo tuvo muy claro desde el principio, el otro no tanto”, y anima a que los padres se involucren esa búqueda: “es más fácil si les ayudas a fijarse un objetivo”, asegura.  En el caso de Eva, su hijo descubrió su vocación gracias a las jornadas de puertas abiertas del centro U-tad, cuya directora de Desarrollo Profesional, también nos acompaña.

Ella es Marta Izquierdo, y en este Centro Universitario de tecnología y Arte digital - U-tad-, su labor es la de orientar a los alumnos respecto a sus salidas profesionales y también ponerles en contacto con las empresas. “Intentamos alinear las expectativas de las empresas con lo que buscan los estudiantes. Les explicamos qué se espera de ellos y las herramientas que necesitan para enfrentarse a su primer trabajo”, cuenta.

Saber qué quieren las empresas es otra de las grandes inquietudes que tienen los estudiantes a la hora de elegir una formación. Un perfil más enfocado a las carreras tecnológicas, con nuevos modelos de empleabilidad y mucho más virtuales “es sin duda un proceso que se ha acelerado por la pandemia”, asegura Izquierdo. Pero el perfil que buscan en sus trabajadores sigue siendo la de “empleados proactivos, que busquen el conocimiento constante y que puedan relacionarse con otras áreas de conocimiento y trabajo en equipo”, apunta Izquierdo. Y por eso añade: “por eso el centro cuenta con perfiles tanto técnicos como artísticos. Sabemos que necesitan trabajar juntos”.

La pandemia también ha sumado dificultad a la hora de orientar a los chicos, más ahora que se encuentran sobre informados. Por eso, es tan importante la figura del orientador escolar. “Intentamos ayudares, pero es difícil porque las charlas de orientación se hacen fuera del horario escolar y además necesitamos más tutorías individualizadas”, reclama el psicólogo y orientador, José Luis Jiménez.

Por último, el presidente de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid, Esteban Álvarez, apunta una última barrera para los jóvenes que presentan su acceso a la universidad: el pago de las tasas. “Ya pasaba desde hace años”, incide, “pero este año se ha acentuado en número de familias que tienen problemas para pagar las tasas del examen”. Y como bien apunta, este es solo el principio de una carrear de fondo “si no pueden pagar ahora es imposible que asuman las matriculas de la universidad”.

Por eso reclama también medidas para que la crisis no afecte al futuro de nuestros estudiantes “debería revisarse por la Consejería la creación de más becas”, propone.