ElPozo Murcia tropieza ante un Peñíscola que tiró de orgullo

Murcia

ElPozo Murcia recibió a un Peñíscola con mucha mordida y con un Pani que dio un pasito al frente para inquietar la meta defendida por Juanjo. Con ello, los locales supieron reponerse a un inicio eléctrico de su rival y en la primera ocasión llegó el gol. Minuto tres, disparo de Pol Pacheco y balón que empujó Felipe Valerio al fondo de la red.

A partir de ahí todo fue un monólogo de los murcianos, que manejaron las contras con un Pacheco enérgico acompasado por la creación del Cholo. ElPozo no pasó apuros salvo en dos ocasiones aisladas que supo repeler Juanjo hasta llegar al ecuador de la primera mitad. Con la cuarta falta de Peñíscola y ninguna de los locales, el escenario fue además un condimento favorable. Pegó entonces un arreón Fernando para aumentar la renta, aunque Molina salvó los muebles hasta en tres ocasiones -dos de ellas consecutivas- para impedir la machada del de Algarinejo.

A falta de tres minutos para la bocina del descanso, una falta al borde del área fue todo un castigo para los pupilos de Giustozzi. Pani encontró escorado a Bruno Gomes para que ejecutase de primeras a pase del excanterano de ElPozo. Con este 1-1, Paradynski no fue capaz de anotar un doble penalti, pero sí estampó su firma en una diana a 1:42 del paso por vestuarios. Este tanto lo empañó Gauna con un golazo a ocho segundos.

En el inicio de la segunda mitad apretó mucho Peñíscola, que salió enchufado a la pista y provocó serios apuros en el repliegue cuando ejecutó contras. De ahí vino el desempate, un balón que rebotó en el Cholo Salas y acabó encontrando las redes de Juanjo. Este guion no estaba en los planes de un equipo que llevó el peso en el inicio, pero que vio como poco a poco estaba ganando la partida su rival.

La mejor respuesta de ElPozo fue basar su estrategia en ir con todo al ataque, aunque Molina estuvo por medio de nuevo. Esta derrota momentánea empezó a pesar en el equipo hasta el punto de que, en una acción fortuita, Fernando se quedó clavado y tuvo que ser atendido por los servicios médicos del club. No pudo continuar hasta pasados unos minutos y eso pesó mucho en la iniciativa de creación de peligro porque no volvió a ser el mismo.

En la parte final, Felipe Valerio se posicionó como el salvador de los murcianos. Una volea perfectamente ejecutada hizo imposible la estirada de Molina a cinco minutos de la última bocina. Ahora la pelota estaba en el tejado de los locales, que llevaron la batuta e iniciativa para asfixiar a Peñíscola. Fue momento de sacar portero jugador con Marcel en el cinco para cuatro e ir con convicción a por el encuentro. Cuando todo parecía destinado al empate, los visitantes aguantaron bien las acometidas hasta que en una recuperación a 21 segundos del final, sin Marcel en la meta, los de Carlos Sánchez mataron el partido con 3-4.