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Sucesiones y donaciones

La Firma de Guillermo Granja

"Sucesiones y donaciones", la Firma de Guillermo Granja

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Palencia

El pasado miércoles 28 de abril, las Cortes de Castilla y León han aprobado bonificar, al 99%, el impuesto de sucesiones y donaciones para familiares directos, cónyuges, ascendentes o descendientes y a las parejas de hecho con convivencia estable de, al menos, dos años anteriores a la fecha de devengo del impuesto. Esta bonificación supone "la práctica eliminación" del impuesto para los familiares directos en Castilla y León.

Este impuesto, que tiene carácter autonómico, no se puede suprimir, pero, dependiendo de cada Comunidad Autónoma, se puede bonificar hasta un máximo del 99%. En este grupo se encuentran la mayoría de las Comunidades de España: Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Galicia, Extremadura, Madrid, Murcia, País Vasco y Castilla y León. Ahora bien, sólo el País Vasco, Andalucía, Cantabria, Extremadura, Madrid, Murcia y, a partir de ahora, nuestra comunidad lo extienden a ascendientes y a cónyuges.

Para mí este es el camino a seguir, ya que este impuesto es el más injusto de todos los existentes. En muchas regiones provoca que los legítimos herederos de un patrimonio tengan que renunciar a él por la enorme cuantía que le tendrían que abonar a la hacienda autónoma, lo que supone que el Estado se convierte en el verdadero heredero de esos bienes sin pagar ni un céntimo de euro.

Son miles los españoles que se encuentran anualmente en esta situación y ven cómo el gobierno central se apodera de los esfuerzos por ahorrar o sacar adelante unos negocios que han realizado sus padres a lo largo de su vida.

En Palencia, sin ir más lejos, tenemos a la mayor deudora de este impuesto en España, Paloma Alonso, que aceptó la herencia de su padre hace 17 años, después de que él sacase adelante, durante toda su vida, una pequeña empresa familiar. La herencia estaba envenenada, la Consejería de Hacienda de Castilla y León le reclamaba, tres años más tarde, 600.000 euros de impuesto de sucesiones, lo que supone el 32% de la cantidad heredada en bienes inmuebles.

Por tanto, este cambio llega tarde para ella, ya que no tiene carácter retroactivo y se encuentra en una encrucijada de difícil solución.

Al contrario de lo que ha hecho Castilla y León, la Ministra de Hacienda está proponiendo una "armonización fiscal" para restaurar este impuesto, en su totalidad, en aquellas comunidades que lo tengan bonificado, ya que eso produce el llamado "dumping" fiscal, o sea, la práctica mediante la cual un territorio ofrece beneficios fiscales mediante deducciones de impuestos o bonificaciones a personas y empresas.

Según la ministra esto es un agravio para aquellas que no tienen esos beneficios, sin darse cuenta que en la Constitución ya contempla esta práctica para los territorios forales de Navarra y el País Vasco. Tampoco atiende a los artículos 156 y 157 de la Constitución española que reconoce la autonomía financiera de sus recursos de las comunidades, entre los que está el impuesto de sucesiones y donaciones.

Por ejemplo, algunos países europeos, como Irlanda, tienen unos impuestos de sociedades más bajos que el resto, por lo que muchas empresas trasladan sus sedes para ahorrarse una buena suma de dinero. Lo que supone para ellos un aumento de ingresos, ya que muchos pocos hacen también un mucho.

Muchas gracias por su atención y esperemos que, en vez de freírnos a impuestos, nuestros gobernantes mejoren los sistemas de recaudación que son francamente deficientes.

 
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