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Investigadores vascos critican la gestión de la pandemia en Euskadi y proponen 175 medidas contra la Covid

Los autores del Libro Blanco contra la Covid critican la falta de transparencia en Euskadi y la escasa inversión que se ha hecho en medios materiales y humanos para hacerle frente

Expertos presentan el Libro Blanco conta la Covid / Cadena SER

Expertos presentan el Libro Blanco conta la Covid

Bilbao

Cerca de medio centenar de investigadores, científicos, profesionales sanitarios y personal académico vasco han presentado un Libro Blanco de la Covid-19 donde recogen 175 propuestas 'concretas' para corregir los errores cometidos en la crisis sanitaria. El colectivo ha enviado al LABI técnico el documento, que se plantea como 'una reflexión colectiva abierta para contribuir a encontrar soluciones', tras quince meses de pandemia.

Los expertos han sido bantante críticos con la gestión de la pandemia en Euskadi. Critican por ejemplo la falta de transparencia del gobierno vasco, y señalan que ha sido la única comunidad autónoma junto con Melilla, que no ha informado de donde se daban los brotes. Califican de escasa la inversión que se ha hecho en medios humanos y materiales y apuntan que Euskadi ha tenido una de las mayores tasas de mortalidad de Europa. Tras 15 meses de pandemia y con una situación similar a la de entonces creen que ya no tiene sentido seguir como hasta ahora.

El documento está disponible de forma gratuita para su descarga en la web: https://covid19liburuzuria.eus en euskera y castellano. Las 175 propuestas han sido divididas en cuatro grandes áreas, desde la sanidad y la economía al ámbito social y el educativo.

Tal y como han explicado durante su presentación, que ha tenido lugar en Bilbao, el libro ha surgido con intención de aportar 'una herramienta para sacudirse de encima la sensación de shock colectivo y superar como sociedad la parálisis inducida por la pandemia primero, y la fatiga pandémica después', tal y como ha indicado uno de sus autores, el investigador de Ikerbasque, Ugo Mayor.

En ese sentido, han recalcado que esta compleja situación requiere un análisis multidisciplinar porque, 'hacer frente a una pandemia, para que no se convirtiera en sindemia, como ha ocurrido, requería de una visión de la Salud Pública más allá del ámbito sanitario' y no olvidar 'la interdependencia existente entre salud y políticas sociales y económicas, vigentes o a plantear a futuro'.

Igualmente entienden este trabajo colectivo 'como un principio, no un final, ya que los profesionales que han contribuido al texto, tanto del mundo académico como trabajadores de primera línea, invitan a la sociedad a 'un ejercicio de reflexión, para entender en qué hemos acertado y en qué hemos fallado, dotándonos para ello de la evidencia más actual, así como de testimonios directos'.

También han insistido en que este libro Blanco se ha escrito desde una perspectiva 'respetuosa y constructiva', para poner sobre la mesa soluciones y propuestas para un futuro cercano, y así superar lo que queda de esta crisis de la mejor manera posible y de cara a un futuro no tan cercano, dada la posibilidad real de que haya que enfrentar a otras crisis'.

MÁS TRANSPARENCIA

Por ello, han optado en esta primera edición por una variedad de soluciones 'menos utópicas' porque creen 'firmemente en la necesidad de la transparencia, el debate y el diálogo social, para lo cual ofrecen sus análisis a modo de borradores de trabajo'.

La intención de este libro, han añadido, 'no es culpar, sino aprender de los errores y para hay que ser conscientes de qué es lo que se ha hecho mal y que venía de antes', ha indicado, otro de sus autores, el especialista en medicina interna en el Hospital Donostia y profesor asociado en el departamento de neurociencias de la UPV/EHU, Oier Ateka.

Durante su exposición, los investigadores han sido críticos con la gestión de la pandemia en Euskadi, que ha arrojado una de las tasas de mortalidad más altas y donde 'el 90% de los contagios se desconoce su origen y dónde se han producido', lo que ha dificultado los rastreos y la vigilancia epidemiológica para ir al detalle'.

Eso se ha debido a la 'falta de recursos tanto técnicos como de personal para evitar que escape del radar un porcentaje tan alto'. Desde su punto de vista, 'dedicar más recursos ayudará a lograr evidencias de dónde se producen los contagios y en qué entornos'.

De esta forma, Ateka ha recordado que Euskadi, es 'una rareza' porque es la única comunidad autónoma junto con Melilla que no hace pública la información sobre dónde se dan los brotes, algo que permitiría poder evitarlos.

En la misma medida, han considerado que suprimir el estado de alarma 'es obvio que no tiene mucho sentido porque, 15 meses después, estamos en un punto similar de la pandemia y, salvo la vacunación, se ha tenido tiempo para recabar la información necesaria para decidir las medidas adecuadas'.

PROPUESTAS

Entre las propuestas planteadas, los autores del Libro Blanco piden duplicar los presupuestos de Salud Pública para lograr un equilibrio adecuado y consolidar y aumentar el personal en Sanidad y en los Sistemas de Bienestar para reducir cupos.

También que la contribución del sector privado al sistema sanitario 'sea analizada en profundidad, tomando como criterio principal el impacto que tiene en la eficiencia, la equidad, el seguimiento de pacientes, la educación de la salud o la promoción de la salud'. En este aspecto, Ateka ha insistido en la necesidad de reforzar el modelo público, tanto sanitario como de atención, desde la prevención.

El documento propone establecer una dirección y una gestión unificada entre sanidad y cuidado para una correcta integración en Euskadi, donde la responsabilidad del cuidado recae en las Diputaciones y 'debería ser asumida por Gobierno Vasco'.

También demandan 'fomentar que la elección de los altos cargos y cargos directivos de las estructuras del sistema sanitario se basen en la meritocracia, evitando los puestos políticos y priorizando a las personas más útiles para una gestión eficaz, además de 'desplazar las residencias hacia el sector público ante el fracaso de la gestión privada'.

En cuanto a la política comunicativa, el Libro pide 'más transparencencia al aportar datos sobre la evolución de la pandemia, ya que los portavoces, a menudo, no han explicado adecuadamente la crudeza de la situación'.

En este punto han incidido en que si se compara Euskadi con estados establecidos como tales, su tasa de mortalidad por 1.000 habitantes sería una de las mayores del mundo, 'un dato que ha sido obviado por las autoridades', han denunciado.

De la misma manera, desde su punto de vista, 'cuando las estadísticas han empeorado, la situación en las UCIs se ha agravado o el número de decesos ha aumentado, los portavoces del Gobierno Vasco han preferido culpar a la ciudadanía del empeoramiento de la situación, subrayando sus comportamientos insolidarios o señalando a un sector concreto de la población, antes que hacer autocrítica en nombre de la institución', han concluido.

PROBLEMAS PREVIOS

Entre los problemas previos a la pandemia, el libro constata que el presupuesto de sanidad es 'exiguo' con respecto a las recomendaciones vigentes y, además, hay un marcado desequilibrio en el gasto entre sus diferentes sectores, ya que la Atención Primaria recibe el 14%, cuando necesitaría el 20-25%; y la Salud Pública sólo el 1,1%, mientras que la OMS recomienda el 2-3%.

En consecuencia, la precariedad en el número de profesionales y la falta de estructuras tanto de gestión como de asistencia técnica son el resultado de unos presupuestos escasos mientras que el gasto privado, que representa un tercio del gasto sanitario total, 'va en aumento'. También, que la mayoría de los cargos directivos o subdirectivos de los centros y entidades del sistema sanitario público sean cargos de confianza o políticos 'condiciona todas las decisiones y medidas que se toman'.

Finalmente, creen que no ha habido co-gobernanza entre las partes implicadas (autoridades, equipos directivos de los centros de salud, comisiones clínicas, entidades sociales, ayuntamientos o asociaciones comunitarias, ni se ha tenido en cuenta la motivación opiniones de los profesionales, ni considerado la 'fatiga pandémica'.

Además, 'la escasa coordinación en la organización interna de la Salud Pública ha quedado a la vista, en un momento excepcional en el que eran necesarios criterios claros, procesos participativos y la respuesta común de toda la sociedad. En resumen, se ha extendido la gestión el modelo 'laissez faire-laissez passer' (dejar hacer, dejar pasar)'.

 
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