El dilema de volar a Canarias

Marta Cantero. / Cadena SER

Santa Cruz de Tenerife
El avión es el transporte más contaminante. Emite 285 gramos de CO2 por kilómetro y pasajero. Frente a los 104 del coche; 72 de una moto o 14 del tren. Si cada tonelada de CO2 derrite tres metros cuadrados de casquete polar, un vuelo de ida y vuelta entre Berlín y una isla canaria causa el deshielo de unos 5 metros cuadrados. Son cifras que permitieron acuñar el concepto de vergüenza a volar.
De ahí los impuestos verdes a este medio de transporte, que plantea ahora el Gobierno de España. El problema es que lo ha hecho en plena crisis de movilidad.
Y para Canarias es un dilema. Necesita que se siga volando, cuanto más mejor, pero quiere ser un ejemplo de transición ecológica. Nuestro especial régimen económico y fiscal y el propio Gobierno garantizan que esta tasa no se va a aplicar a las Islas. Habrá que compensar por otras vías el impacto del alto tráfico aéreo que previsiblemente volverá a circular por el cielo de Canarias.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




