El tiempo que nos queda
Francisco Benavent
Jerez de la Frontera
Vivir para contarlo. ¡qué semana más rara!¡qué mes más raro!¡qué año más cruel!. Tengo en la recámara de mis escritos artillería panfletaria para criticar despiadadamente lo que dicen y hacen nuestros políticos. Si, nuestros políticos. Y nuestros amigos, y nuestros vecinos, y nuestros paisanos. Si, si, los nuestros. De los que gritan libertad, de los que agitan las banderas, los que culpan a otros de sus errores y de aquellos que cuando se les ha ido de las manos su insensatez, intentan esconderse de los demás dejando espacio libre para otros insensatos que son capaces de superarlos, de los que dicen tonterías y sinsentidos y señalan la luna para que miremos el dedo acusador. Un manual de perfectos infractores.
Es tiempo de guerras pérdidas, no quiero ser ingenuo y pensar en la bondad y el optimismo patológico de las personas, sean políticos o seres humanos, y que todo vaya a salir estupendo, pero tampoco quiero pensar en que la vida es un asco. Hoy se me antoja volver a leer la poesía, la narrativa, los escritos de opinión y oír las letras flamencas de Caballero Bonald en la voz de Juan Peña "El Lebrijano", prefiero motivarme con esos retazos de memorias de poco tiempo en las horas muertas y no lamentar el desaire colectivo e institucional en el tiempo de vivir del escritor. Aunque una manita de pintura y un arreglito a la fachada vendría bien...Y si se dota de personal adecuado, no te digo.