Competición en el Pacto de las Flores
La opinión de Marta Cantero
Las Palmas de Gran Canaria
El Gobierno de Canarias es, con diferencia, el más castigado por las circunstancias desde que el Archipiélago se dotó de un gobierno regional. Calamidades de todo tipo han zarandeado al Pacto de las Flores. Incendios, caída de turoperadores o el episodio de calima extrema y el cierre de los aeropuertos. Y de guinda, la pandemia con su cero turístico y su impacto en el empleo. Todo ello en apenas dos años.
Durante este período, hay quienes han dado la cara y quienes la han escondido.
Pero hete aquí que llegan los tiempos de la recuperación. Y con ellos, lo primero que se recupera es el protagonismo político de quienes hasta ahora hicieron 'mutis por el foro'. Alguno se ha lanzado a la carrera de anticiparse al propio presidente y hasta a las decisiones del mismísimo Consejo de Gobierno.
Lo único que le faltaba a este pacto es que sus socios se vieran abocados a competir entre ellos. Una competición, por cierto, que ya tuvo lugar hace lustros con otro presidente. Y es que ya lo dice el refrán: sabe más el diablo por viejo que por diablo.