El hospital de Alcalá recorta los vehículos para asistencia domiciliaria

Madrid

A partir de este fin de semana los profesionales que trabajan en el hospital alcalaíno tendrán menos recursos para hacer su trabajo. En concreto, estará mucho más limitado el acceso a la flota de vehículos para la atención domiciliaria. La gerente del centro, Dolores Rubio, la misma que propuso en una reunión de trabajo la retirada de los móviles a los pacientes que iban a ser trasladados al Zendal para evitar interferencias familiares, ha dado orden de limitar su uso.

La decisión afecta a dos servicios especialmente sensibles: Geriatría, que ha tenido que gestionar el ‘tsunami’ de COVID en las residencias de mayores; y Salud Mental, que se enfrenta a una demanda creciente como consecuencia de la pandemia y las restricciones al contacto social. En este último caso los coches disponibles pasan de cuatro a dos a partir del próximo 15 de mayo, “debiendo en el caso de Salud Mental prestar la actividad asistencial optimizando los medios disponibles”, según la comunicación oficial de la Gerencia. Además, esas instrucciones prohíben expresamente el uso de medios externos, como taxis, para prestar la asistencia que se viene realizando con la flota del hospital.

Esto se mantendrá así, al menos hasta que se negocie un nuevo contrato-programa entre la dirección del centro y la Consejería de Sanidad, ya que el actual -de 2019- no lo contempla estas acciones asistenciales, según la dirección del centro. Desde los despachos del Príncipe de Asturias aseguran que solo se están “normalizando la prestación asistencial del centro”, en palabras de un portavoz de la Gerencia. Aseguran que, con motivo de la pandemia y el estado de alarma, se reforzaron esos recursos y ahora simplemente se están retirando: “Se procederá a mantener los dos vehículos habituales con los que cuenta el hospital para la atención y hospitalización a domicilio de los pacientes de Psiquiatría”, añaden esas fuentes.

En el caso de Geriatría, la justificación es más compleja porque el servicio se queda directamente sin posibilidad de mantener la asistencia fuera del recinto hospitalario. Aseguran desde la portavocía del centro, que la finalización del plan de vacunación en las residencias de mayores evita “en gran parte”, que no completamente, los desplazamientos. Recuerdan además que el hospital no contaba con ese recurso -una furgoneta a disposición de geriatras y enfermeras- antes de la pandemia. Vuelve, por tanto, a contar con los mismos recursos para atender a estos centros que antes del COVID-19, a pesar de las lecciones que, se supone, ha dejado a su paso por las residencias.