La madre de Heidi y los socios del Rey del Cachopo contradicen su declaración
La madre de Heidi Paz contradice la versión del acusado al asegurar que maltrataba a su hija y la mató, tras reconocer la maleta en la que apareció el torso, mientras que dos socios y un trabajador de Román han destacado su mala situación económica
Madrid
La madre de Heidi Paz, por cuya muerte se juzga a César Román, el Rey del Cachopo, ha contradicho la versión del acusado al asegurar que maltrataba a su hija y la mató, tras reconocer la maleta en la que apareció el torso, mientras que dos socios y un trabajador de Román han destacado su mala situación económica. La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado este miércoles la tercera sesión del juicio a César Román, para el que la Fiscalía pide 15 años y cinco meses de cárcel por el homicidio de Heidi Paz en agosto de 2018 y profanación de cadáver.
Tras la versión de los hechos dada el martes por el procesado, que aseguró que Heidi colaboraba con una banda de narcos y por eso desapareció y luego a él le amenazaron, y que él nunca había vivido en casa de su suegra ni había obligado a nada a la joven -de 25 años-, la madre de ésta le ha acusado de todo.
"Yo sabía en mi corazón que este hombre le estaba haciendo daño y ella no lo decía, porque era celoso. Yo sé que la maltrataba", ha dicho Gloria Francis Bulnes, la madre de Heidi, que ha comparecido con una camiseta con la foto de su hija y tras un biombo para no ver a Román.
Ha roto a llorar varias veces en el transcurso de su declaración, mientras el acusado la escuchaba gesticulando y pasando notas a su letrada, Ana Isabel Peña, con la que ha hablado y se ha reído durante este testimonio y los siguientes. "Ella me negaba todo porque ella sabía que yo podía hacer algo por ella... esa es mi pena, si ella me hubiera dicho yo podría haber hecho algo, llamar a la Policía", ha dicho entre lágrimas la madre de Heidi.
Ha asegurado que Heidi y César vivieron un mes en su casa, lo que Román negó ayer, y ha relatado varios episodios en los que se puso algo violento y que Heidi le contó que se había quedado embarazada pero que perdió al bebé porque se cayó, lo que ella no se creyó.
También ha dicho, sin embargo, que cuando pasaba varios días sin saber de Heidi su tranquilidad era "que como estaba con él no le pasaba nada", y que cuando la Policía habló con ella tras hallar un cuerpo en una maleta no denunció la desaparición de su hija inicialmente "porque para mí estaba con él". La madre de Heidi ha sostenido que su hija no pertenecía a ninguna banda de narcotraficantes y ha asegurado que la maleta grande en la que apareció el tronco de Heidi era de César Román, porque ella misma la trasladó en una mudanza.
Por su parte Celestino Martínez, el que era responsable financiero de la sociedad Delic Experience, constituida en 2016 y liderada por César Román, ha explicado que hasta que le dio un infarto él "llevaba lo que César dejaba hacer de la gestión". Ha detallado que la situación de la empresa era "ajustada y muchas veces más que ajustada" y sobrevivía por financiación externa, ya que Román había conseguido así unos 340.000 euros.
Y que la oficina de la calle Sebastián Gomez número 5 de Usera -cerca de la número 3 donde apareció el torso- en realidad funcionó de almacén y cocina porque se hicieron cachopos para los restaurantes, lo que ha sido corroborado por Julio Alfredo Ortíz, otro socio de Román, quien ha ahondado en que la situación de la sociedad era mala y en que a él le deben 30.000 euros.
Por su parte uno hombres de más confianza de César Román, conocido como Giovanni -Juan Antonio Ortíz- que hacía de personal de seguridad y le trasladaba en coche habitualmente, ha corroborado, como dijo ayer el acusado, que él solía recoger a la hija del procesado cuando le tocaba estar con él, y ha dicho que nunca vio que maltratase a Heidi. Pero ha declarado también, en contra de lo asegurado por el que fue su jefe, que éste si vivió en casa de su suegra un tiempo y que en julio de 2018 no tenía dinero suficiente para llevar a su hija de vacaciones.
El portero de la finca anexa a la nave en la que se encontró el cadáver, Miguel Ángel Rodríguez, ha relatado, como ya dijo en instrucción, que el 13 de agosto de 2018 sobre las doce o la una del mediodía vio que salía humo de esa nave y advirtió de ello a un "obrero" que justo salía, y que le aseguró que al soldar se le habían prendido unos papeles pero que ya lo había apagado.
Una media hora después un trabajador de su edificio le dijo que salía humo de la nave de al lado y que llamara a los bomberos. Así se encontró la maleta con el torso y una hoguera con objetos de Heidi. Ha explicado que el obrero que vio a unos 20 metros no tenía acento extranjero y era más bajo que él, pero "bajito bajito no era", al ser preguntado por este detalle porque Román mide 1,52 metros. Mañana el juicio continuará con la declaración de ocho nuevos testigos, entre ellos la exmujer de Román y una exnovia.