Desarticulada una banda que organizaba cacerías furtivas en espacios protegidos
Algunos de sus miembros eran guardas de caza y vigilantes de campo
Toledo
La Guardia Civil ha desmantelado en Toledo un grupo que organizaba batidas de caza en cotos y reservas cinegéticas de especial protección. La banda, formada por seis hombres de entre 28 y 56 años, había organizado cacerías ilegales en la Reserva Regional de Caza de la Sierra de Gredos (Ávila), en el espacio natural de El Bosque de Riofrío (Segovia) y en fincas de Polán (Toledo).
Las investigaciones se iniciaron a finales de 2018 cuando la Guardia Civil halló 62 trofeos de caza de dudosa procedencia y numerosa documentación en una vivienda de El Carpio de Tajo (Toledo). Los agentes descubrieron que el propietario de esta casa dirigía a un grupo de hombres dedicados a la organización ilegal de cazas furtivas en zonas de protección especial de varias provincias.
Así, se demostró que en 2019 habían planeado una cacería ilegal de cabras montesas en la Sierra de Gredos y dos jornadas de caza furtiva de ciervos en Valsaín (Segovia) y en El Bosque de Riofrío, un espacio de gran valor ecológico gestionado por Patrimonio Nacional. Además de obtener un beneficio económico con estas actividades, se hacían con trofeos de las piezas abatidas y también vendían su carne.
Dos de los seis miembros de esta banda eran guardas de caza y un tercero era vigilante de campo, todos ellos en distintas demarcaciones de la provincia de Toledo. Los seis integrantes del grupo, que han sido denunciados por delitos relativos a la protección de la flora y la fauna, han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Talavera de la Reina (Toledo). La Guardia Civil, por su parte, ha propuesto que a los seis se les retire su licencia de armas.