El Hércules mete al Cornellà en la Pro y da oxígeno a Lleida y Llagostera

Alicante

El Hércules que dirige Manolo Díaz volvió a demostrar que no capaz de cumplir con las expectativas en las grandes citas. Es la tónica de toda la temporada: con Díaz, Cubillo o con Esteve. Da igual el entrenador que esté en el banquillo.

Un día más demostró que la plantilla confeccionada por Carmelo Del Pozo no puede con la presión, no sabe gestionarla y solo la aparición de una individualidad hace que el equipo gane. Ante Cornellà no apareció la genialidad; y por lo tanto no ganas. Así de fácil.

Ahora, los blanquiazules necesitan ganar al Lleida Esportiu el próximo miércoles y al Llagostera en la última jornada o de lo contrario descenderá a la Segunda División de la RFEF.

El encuentro comenzó muy bien para los intereses alicantinos, ya que en el minuto 2 el árbitro consideró agresión una acción de Álex Serrano, que levantó el pie de espaldas al balón y contactó con Moyita en lugar de con el esférico. Tarjeta roja (a mi entender, bastante injusta), y planteamiento renovado para ambas escuadras.

Con todo, quizá el Hércules fue el que menos varió en su guion de partido, pues necesitaba la victoria sí o sí. El Cornellá, en cambio, sabedor que el empate le podría valer, incluso renunció más al ataque, presentando una formación 4-4-1, con Chiki muy solo en punta, pero tratando de sacar partido de su velocidad.

El partido se tornó aburrido, quizá no desde lo estratégico, pero sí poco vistoso para el público, con un equipo visitante cerradísimo en su propio campo mientras que el local tocaba y tocaba el balón sin crear ocasiones de gran peligro. Y si hubo alguna, la poca movilidad - y menos puntería - de la delantera herculana facilitó las cosas a la escuadra catalana.

Y cuando parecía que nos íbamos a vestuarios aburridos y medio dormidos, en el descuento de la primera parte en un córner sacado por el Cornellá, llegó el primer gol del encuentro, tras rematar Borja García de cabeza sin que Falcón pudiese hacer nada. 0-1, en el único disparo a puerta de la escuadra visitante.

Tras el paso por vestuarios, el Hércules se volcó sobre la meta de un Cornellá que, salvo en algún contragolpe aislado, salió en la segunda parte a defender el gol de Borja García. Eso sí, siempre con. mucha seriedad en defensa, muy bien organizados y alejando cualquier balón que se acercase al área catalana. Y fue en uno de esos contragolpes (minuto 61) en donde llegó el segundo para la UE Cornellá, en un balón que no supo despejar la defensa alicantina pero que Albert Dorca sí acertó a batir a Falcón.

El Hércules - que necesitaba ganar “por lo civil o lo criminal” este partido... y el siguiente - no bajó los brazos, y tan solo 4 minutos después Buenacasa fue objeto de un claro penalti, que tras ser señalado por el colegiado, transformó el propio jugador en el primer gol para los blanquiazules.

El gol envalentonó a los locales, que siguieron asediando la meta rival, mientras que, si era posible, encerró en su campo - mejor dicho, alrededor de su área - a un Cornellá que ya tenía su trabajo casi hecho.

Pero nada cambió la suerte del encuentro, pues, como es norma en esta y otras temporadas, la falta de puntería pesó mucho en el “debe” herculano, lo que unido a la poca intensidad en determinados momentos en la escuadra blanquiazul premió con los tres puntos a la escuadra visitante y obliga a los herculanos a ganar los dos próximos encuentros si quiere acompañar a la propia UE Cornellá la próxima temporada en la Primera División RFEF, lo que en la práctica equivale a la permanencia en Segunda B, aunque con distinto nombre, claro.

Por último, destacar que el Rico Pérez congregó a más de 2.400 aficionados en sus gradas, seguidores que se marcharon a sus casas con la decepción y con muy pocas ganas de volver el miércoles ante Lleida.