"Las pequeñas utopías son posibles"
Córdoba
Esta frase de Julio Anguita entresacada de una de las muchas entrevistas que le hicieron a lo largo de su trayectoria, refleja bien que todo necesita su tiempo, y que no solo es necesario que se gane la batalla final, sino que ganar otras batallas más pequeñas también importa y es además esencial en el objetivo. Como el reconocimiento de hoy.
"A ANGUITA NO LE GUSTABAN LOS HOMENAJES, HUBIERA PREFERIDO QUE LE LEYERAN "
Decía Rafael Carmona, activista social de Santuario, de Stop Deshucios y del 15M, que fue concejal de Anguita en las primeras corporaciones; que a Julio no le gustaban los homenajes, "Probablemente hubiera preferido que leyeran sus reflexiones y que le siguieran en su sueño: el de conseguir la unidad de la izquierda que tantas veces intentó dentro y fuera de Izquierda Unida y que no llegó a conseguir"
MAESTRO ANTES Y DESPUÉS QUE POLÍTICO
Lo explicaba cada vez que tenía la oportunidad.
"Yo he sido siempre un maestro, que durante unos años se ha dedicado a la política, pero esta es mi verdadera vocación", decía Anguita tras incorporarse en diciembre del 2000 como profesor de Historia y Lengua en el IES Blas Infante.
Anguita había empezado como profesor en Montilla, en Alicún de Ortega, en Granada, en Nueva Carteya y en Córdoba capital, primero en el colegio del Barrio del Naranjo, y cuando regresó, en el IES Blas Infante.
Los padres temían que con Anguita pasara como con otros políticos, que cuando se vuelven a sus trabajos ejercen dos días, pero pronto se van.
En el caso de Anguita no fue así. "En los dos años que estuvo no faltó ni un día", recuerda el que entonces era director del instituto, José Antonio Naz. "Julio estaba muy feliz con aque reencuentro con su verdadera vocación, y meses antes ya nos había transmitido las ganas que tenía de volver".
UNA EXPOSICIÓN DE FOTOS RECORDARÁ LA TRAYECTORIA DE ANGUITA COMO ALCALDE Y COMO MÁXIMO RESPONSABLE DE IU
Una exposición de fotos recordará la figura de Julio Anguita tanto como máximo responsable de Izquierda Unida y como alcalde de la ciudad.
Ricardo González, el editor de Utopia, con quie Anguita publicó dos de sus libros más significativos: Charlas sobre la Tercera República y el póstumo "Vivo como hablo", es el comisario de la exposición sobre Julio Anguita que prepara el Ayuntamiento y que se inaugurará la última semana de mayo.
Una muestra que contará con fotografías del Archivo Histórico Municipal, y de los fotoperiodistas que han ejercido en Córdoba durante este tiempo.
UN CANDIDATO CONVERTIDO EN MINISTRO
Durante 15 años, Julio Anguita no intervino en ningún acto político de Izquierda Unida hasta que el 18 de marzo de 2015, regresó a los mitines con un acto público en Málaga arropando a Antonio Maíllo y a Alberto Garzón, hoy ministro de Consumo.
El último mitín de Anguita llegaría el 22 de mayo de 2016, con Teresa Rodríguez, Manuel Monereo, Antonia Parrado y Maíllo y Garzón.
Garzón reconoce que "no se podría entender la historia de la Izquierda sin Julio Anguita".
COMPAÑEROS DE REFLEXIONES Y FOROS DE OPINIÓN
Su actividad con el colectivo Prometeo, con el Frente Cívico, hacían que Anguita convocara dos o tres veces al año un encuentro con la prensa para presentar acciones comunes de colectivos que apostaban claramente por la unidad.
Anguita caminaba entonces hacia el Rey Heredia, donde su verbo sabio dejaba a los periodistas titulares tan limpios como revolucionarios y proféticos. Algunos de ellos ya se han cumplido.
El PRIMER DÍA NO LE GUSTÓ SU GUIÑOL EN CANAL + PERO PERO TERMINÓ RIÉNDOSE CON ÉL
Toni Martínez el creador de Los Guiñoles de Canal +, desvela que a Anguita no le gustó su guiñol y se quejó publicamente de ello. A medida que lo veía se sentía sin embargo más identificado con la forma en la que se representaba su papel. Según Martínez, el guiñol de Julio Anguita era uno de los tres preferidos por los niños. El ex coordinador de IU solo empezaría a aceptarlo a medida que se veía representado por aquel personaje quijotesco, idealista y luchador.
EL PROTAGONISTA DE UN GRAFITI EFÍMERO EN BERLÍN
El grafiti de Julio Anguita en Berlín apenas duró 24 horas. El arte efímero fue sustituido a las pocas horas por otro mural.
El artista dominicano que lo hizo, como homenaje a su padre y a sus amigos españoles, confía en "poder encontrar otro gran muro en la ciudad para conseguir que sea permanente"