Muros

Pamplona

Desde ayer las familias de quienes el próximo curso se estrenarán en las aulas están realizando la prematrícula. A la vieja matrícula en formulario escrito que se entrega en el colegio donde se aspira a acudir como primera opción le va ganando espacio la inscripción telemática que se puede hacer incluso desde el teléfono móvil.

Del mismo modo que la tecnología avanza y muchos de esos futuros escolares diseñarán los dispositivos que servirán para hacer esta maniobra dentro de 30 años, también la educación avanza.

El que viene será el primer curso en el que se dejarán de separar a niños de niñas. Una práctica que, por mucho que algunos quieran verla moderna y vestirla de ciencia, suena a naftalina.

Es Carlos Gimeno, consejero de Educación, hace unos minutos en la SER, destacando que el mismo día que Javier Esparza y Pablo Casado anunciaban en un colegio privado de Madrid su recurso a la conocida como Ley Celaá, los dos colegios que hasta ahora separaban a niños de niñas firmaban con Educación que dejaran de hacerlo a partir de septiembre.

Los tiempos de la sociedad que a veces van más rápidos que los de la política. O no, quien sabe.