Sancionada con 601 euros por denunciar un acto islamófobo de España 2000

Valencia

La Delegación del Gobierno de Valencia sanciona a una mujer que denunció un acto islamófobo de la organización ultraderechista España 2000. Le acusan de "perturbar el orden público" y "alterar la paz".

La mujer se encontró, en diciembre de 2020, con ese acto en una céntrica plaza de la capital valenciana y entendió que por el lema "No al islam", la escenografía y la megafonía se trataba de un acto evidentemente xenófobo y racista. Acudió a la Policía Nacional y lo denunció, pero los agentes indicaron que el acto había sido comunicado y podía celebrarse y consideraron que era ella la que alteraba el orden público, aunque como explica Paco Simón de la organización Valencia Acoge está claro que eso no fue así. Que ella se limitó a denunciar un acto evidentemente racista sin alterar el orden ni provocar a nadie, mucho menos a un grupo numeroso de ultras.

Valencia Acoge lamenta que la Delegación del Gobierno en aplicación estricta de la Ley Mordaza haya dado por buena sin más la versión policial sin que la autoridad judicial medie y lo sustancie y por ello anuncian que si no hay marcha atrás acudirán a la vía de lo contencioso administrativo. La Cadena SER se ha puesto en contacto con la Delegación del Gobierno que simplemente no hace declaraciones al respecto.

Según explica Valencia Acoge en un comunicado, "la policía no actuó porque consideró que era una actividad lícita, pero denunció a una de las denunciantes por perturbar el orden público en “una reunión pacífica de personas increpando

frases como: ‘Doneu asco, racistes’, alterando la paz pública”, tal como consta literalmente en la propuesta de sanción.

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La mujer niega que les dijera que le “daban asco”, y otras personas contactaron en su día con la asociación para explicar lo sucedido y esos hechos se pusieron en conocimiento de la Fiscalía contra los delitos de odio.

El caso está pendiente del recurso que presentó la Fiscalía contra el sobreseimiento provisional que decretó el juzgado de instrucción 17, basándose únicamente en el informe policial en el que se afirma que no se apreció “simbología de carácter xenófobo, violento o racista” en el acto y se acusa a la mujer de mantener una “actitud beligerante y despectiva hacia los agentes”.