Djuka surge de la nada para resucitar al Sporting
Los rojiblancos dependerán de sí mismos en las dos últimas jornadas tras ganar agónicamente su peor partido de la temporada
Gijón
No había pulso. El Sporting estaba muerto, en parada total, con la gráfica de su encefalograma totalmente plana. Hasta que, cual desfibrilador, apareció Djuka para darle oxígeno y una vida extra. De pronto, de entre la nada futbolística, resurgió el pichichi para convertir en gol el único tiro a puerta rojiblanco en 93 minutos, evitando así el desastre y manteniendo viva la ilusión de un Sporting que llega a las dos últimas jornadas metido en playoff. El partido no despeja ninguna duda sobre el juego (más bien al contrario), pero permite al equipo seguir dependiendo de sí mismo, que no es poco. Y vuelve a demostrar que a veces al Sporting con acertar una sola vez, le vale.
Es difícil jugar peor y acabar tan satisfecho. Resoplando y pidiendo la hora, el sportinguismo celebró la victoria más importante y perronera de toda la temporada. Especialmente mala fue la primera parte, en la que parecía que era Las Palmas quien se jugaba la vida y no al revés. Al Sporting se le aparecieron Mariño, el palo, la virgen de Covadonga, la de Begoña y todos los talismanes. Los canarios pudieron irse al descanso fácilmente con un 0-3, con hat-trick de un Araújo que generaba pánico. Las dos primeras las sacó Mariño; la tercera, un regalo imperdonable de Saúl García, la repelió el palo.
El Sporting era un auténtico desastre. Sea por falta de fútbol, de piernas o de carácter, la imagen era nefasta. El equipo no funcionaba en ninguna faceta del juego. Ni una vez chutó entre los tres palos en la primera mitad del partido más importante de la temporada hasta ahora. Aitor García protagonizó una llegada, pero estuvo a un nivel tan malo como el resto de la temporada, a pesar de lo cual sigue acumulando minutos como el que más. Gaspar no estaba mucho mejor, Manu García sigue siendo insustancial en el juego del Sporting, el mediocampo no generaba fútbol, los laterales (especialmente Saúl) aportaban poco y los centrales sufrían lo indecible con Araújo. Era desesperante.
Se desgañitaba Javi Fuego desde la grada dirigiendo a sus compañeros, mientras se desesperaba David Gallego en la zona técnica. El inicio de la segunda mitad no cambiaba nada; no había reacción. Así que el entrenador optó por agitar el árbol. Esta vez sí, los cambios hicieron honor a su nombre. La entrada de Nacho Méndez y Pablo Pérez le dio al Sporting otro aire en ataque. Seis minutos después de su entrada al campo, llegó la acción del gol. Aitor García abrió a la izquierda y Saúl García, harto de colgar balones aéreos que nunca encontraban rematador, optó por dársela rasa a Djuka, para que este con un derechazo cruzado rompiera su sequía y marcara probablemente el gol más importante de los veintidós que ha logrado esta temporada.
No hubo ni un disparo más a puerta del Sporting, ni una intervención del portero de Las Palmas. En el bagaje ofensivo solo cabe añadir otra ocasión de Djuka, que remató alto a pase de Pablo Pérez. Resoplando y pidiendo la hora, con el rival botando dos corners consecutivos en el tiempo añadido, el Sporting pudo celebrar la victoria más pírrica y relevante de la temporada, que le mantiene en playoff, dependiendo de sí mismo y a solo tres puntos de los tres equipos que van por delante: Leganés, Almería y Girona. Lo que pasara en Vallecas después importaba, pero ya no tanto. Y menos mal.
El Sporting, si gana todo lo que le queda, subirá a Primera División. No será fácil, pero el primer paso está dado.
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...