Nueva etapa para Barbón

Asturias

El presidente del Principado, Adrián Barbón, debería ir pensando en cómo reconduce la situación y deja de basar toda la acción de Gobierno en la lucha contra el coronavirus, como ha hecho en los últimos quince meses. Afortunadamente la vacunación avanza a buen ritmo en Asturias, lo que repercute positivamente en la mejoría de la situación sanitaria. Este cambio de ciclo se viene apreciando ya en las últimas semanas en las relaciones entre la Federación Socialista Asturiana e Izquierda Unida, el partido hasta ahora en más sintonía con Barbón.

Señaló el Presidente en el pleno del Parlamento autonómico de ayer que su gabinete no se calla, que defiende los intereses generales de Asturias por "tierra, mar y aire". Si él lo asegura tan rotundamente no es cuestión de poner en entredicho sus palabras. Ahora bien, está claro que su mediación ante los correligionarios de Madrid (se entiende que entre ellos Pedro Sánchez y Adriana Lastra) se produce fundamentalmente en la intimidad, pocas veces públicamente. En todo caso, por mucho que se empeñe Barbón en decir lo contrario, sus gestiones han sido poco provechosas para la comunidad autónoma. Temas trascendentales como el estatuto para las industrias electrointensivas continúan empantanados a pesar de los compromisos adquiridos hace ya demasiado tiempo por el propio presidente del Gobierno de España.

Existe unanimidad en los grupos de la oposición de la Cámara legislativa asturiana respecto a la falta de empuje del Gobierno de Barbón y su sometimiento al ejecutivo central. Que el centro-derecha lo denuncie repetidamente entra dentro de lo lógico. Incluso que lo haga Podemos. Lo que es extraño es que IU siga el mismo camino, y también de forma reiterada en los últimos tiempos. Algo, esto último, que no le ha sentado muy bien al presidente del Principado, que pidió a Izquierda Unida que "alce la voz con sus ministros, que también están en el Gobierno de Pedro Sánchez".