Sitges viver el primer ensayo para restablecer el ocio nocturno en Cataluña
Unas 400 personas han participado en la prueba. Sin distancia social, pero con mascarilla, gel hidroalcóholico y un test de antígenos

Imágenes de esta pasada madrugada en Sitges, en el primer ensayo pàra el restablecimiento del ocio noturno / ACN
Sitges
Cinco bares musicales de Sitges (Barcelona) han empezado esta pasada medianoche el primer ensayo clínico en el ocio nocturno de Cataluña, con unas 400 personas con mascarilla y sin distancia social en el marco de una eventual reapertura del sector durante la pandemia de Covid-19.
Desde las 23.30 hasta las 3 horas, los participantes han estado en un espacio perimetrado de la calle Primer de Maig --conocida como 'la calle del Pecado'-- y se les ha permitido beber alcohol y fumar fuera de los establecimientos, así como la libre movilidad entre los bares que participan sin límite de aforo en los locales.
Tres horas antes del inicio de la prueba, los asistentes se han sometido a un test de antígenos rápido (TAR), y se someterán a otro TAR cinco días después para que los investigadores comprueben la tasa de incidencia del virus.
"Una gran noche"
“Queremos esta recuperación económica del ocio nocturno, un sector económico que lleva muchísimo tiempo cerrado, queremos que los trabajadores puedan volver a abrir y puedan volver a trabajar y por otro lado queremos que la ciudadanía, la sociedad, pueda disfrutar también de la noche y del ocio nocturno, porque es muy necesario en estos tiempos”, dijo la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, a la prensa momentos antes del inicio del evento.
“Para nosotros hoy es una gran noche y esperamos que todo salga de la manera más positiva posible, porque queremos que se recupere el ocio nocturno no solo en Sitges, sino en todo el país”, añadió.
“Es como un alivio, como que todo vuelve a la normalidad después de tantos meses. Con ganas de disfrutar un poco y que vuelva la normalidad”, contó a Efe Aitana Llimos, una de las participantes, tras hacerse la prueba de antígenos.
“Es una sensación fantástica después de más de 15 meses que no hemos podido salir a partir de las 11.00 para hacer vida normal, tomar unas copas con los amigos, charlar y pasarlo bien y bailar… para mí es genial, sinceramente genial”, explicaba Joaquin Millan, uno de los voluntarios.




