Festival goleador sin premio final

Vigo

Carrusel de emociones en Balaídos para finalizar la campaña 2020-21. Los más de 2.600 abonados que pudieron regresar a su estadio quince meses después disfrutaron de un gran espectáculo que se acabó llevando el Betis (2-3) de forma inmerecida.

A pesar de que el equipo verdiblanco se jugaba más, el Celta se hizo poco a poco con el control del partido con un inspirado Fran Beltrán en el centro del campo. Las ocasiones tardaron en llegar y fue Iago Aspas quien tuvo la primera, pero no consiguió conectar un buen disparo dentro del área que detuvo Bravo. En la jugada siguiente, un remate de Borja Iglesias salió rozando el larguero. La igualdad se rompió a la media hora de juego tras un empujón de Bartra a Santi Mina dentro del área que fue sancionado con la pena máxima. Iago Aspas no falló desde los once metros y anotó su decimocuarto gol de la temporada.

Con ventaja al marcador llegaron los vigueses al descanso y la aumentaron al poco de iniciarse la segunda parte. Un balón en largo de Nolito lo recogió a Aspas, quien se la cedió a Brais; el mosense controló e hizo un disparo magnífico que acabó en la red de la portería bética. La fiesta en Balaídos duró apenas tres minutos, ya que Nolito cometió un inocente penalti por derribo a Emerson. Borja Iglesias batió a Iván Villar desde los once metros y despertó al Betis, que comenzó un acoso y derribo sobre la portería celeste.

En el minuto 69, Fekir puso una falta en el borde del área en la escuadra haciendo inútil la estirada del portero celeste. La acción que propició ese libre directo provocó el enfado del Chacho Coudet, que recibió la tarjeta roja por parte de Gil Manzano, que puso el listón muy bajo con las cartulinas. Crecía la tensión en la grada y en el césped y en otra acción a balón parado, esta vez en un córner, le sirvió al Betis para remontar el partido en 25 minutos. Víctor Ruiz solo tuvo que empujar a la red un balón peinado por Bartra en el primer palo.

Por si no había pocas emociones, Tello se autoexpulsó con dos entradas innecesarias por las que recibió dos amarillas en un minuto. Con uno más, el Celta fue a la desesperada en busca del empate y tuvo su mejor ocasión en la cabeza de Carlos Domínguez, pero su testarazó lo despejó Bravo de forma salvadora. Al final, victoria y clasificación europea para el Betis y derrota para los vigueses, que no borra el magnífico final de temporada que le hizo terminar la Liga en octava posición.