El Leyma Coruña asalta Pumarín y ya está en semifinales
Los coruñeses sentencian la serie ganando en una pista gafe
A Coruña
El Leyma Coruña rompió el maleficio que arrastraba en Pumarín. La cancha asturiana era un agujero negro para los herculinos. Un territorio donde incluso en las ocasiones más propicias había acabado naufragando. Pero siempre hay una primera vez y el equipo de Sergio García escogió el mejor momento para hacer historia. La primera victoria en Pumarín hizo añicos el mal fario, además de servir de billete para las semifinales y otorgar un tesoro muy valioso: descanso. Ganar tiempo y descanso es algo muy apreciado en unos play offs que obligan a acumular desgaste.
Los de Sergio García salieron muy metidos en el partido. Los naranjas aprovecharon los apuntes tomados en el primer choque de la eliminatoria y saltaron a la cancha decididos a buscar con ansia el aro rival. Un parcial de 2-10, que pudo ser más de no ser por los errores en los tiros libres de McGhee, avisaba de las intenciones de zanjar la eliminatoria por la vía rápida. El juego del Leyma fluía, con Matulionis y Javi Vega amenazando desde el perímetro y Dago Peña aprovechando el pick and roll central para martillear la canasta ovetense.
Natxo Lezkano se desesperaba en la banda buscando soluciones. El entrenador local tocaba todas las teclas intentando provocar la reacción de los suyos. Primero un triple cambio, luego los problemas de faltas de Arteaga (una antideportiva incluida) ayudaron a subir más el enfado del técnico. En el otro banquillo Sergio García optaba por empezar a repartir minutos buscando piernas frescas para que la presión en defensa no decayese. Excepto Bjornsson, todo el plantel tuvo minutos en el primer acto. Pero las sustituciones no variaron el guión. Nwogbo y Badmus se encargaron una y otra vez de dirigirse a la canasta rival como cargas de caballería. El primer cuarto se cerró con un 16-21 para los naranjas.
La reanudación no varió el guión y con un parcial de 0-4 los coruñeses se situaron con nueve puntos de margen, obligando a Natxo Lezkano a parar el partido. Buscó soluciones presionando a toda cancha la salida del Leyma, pero Badmus continuó entrando en la zona como un cuchillo en una tarta. A Oviedo no le funcionaba nada, la entrada de Arteaga no ayudaba a tapar las vías de agua y la ventaja se fue al 19-33 con un Dago Peña que dominaba el partido a su antojo. Una técnica al entrenador local y un triple de Matulionis llevó la distancia al 28-41 con el que se llegó al descanso.
Oviedo salió dispuesto a calentar a su afición para cocinar a fuego lento la remontada, pero el Leyma se encargó de enfriar los ánimos manteniendo la hoja de ruta que tan buenos resultados le dio en la primera mitad. A los dos minutos los naranjas se situaban 17 puntos arriba. Speight y Brown seguían sin aparecer en los locales. A dos minutos del final del tercer cuarto el Leyma se atascó en ataque y Oviedo, con más corazón que baloncesto se puso por debajo de los 10 de diferencia (43-52). Belemene cometió una antideportiva infantil y Oviedo resucitó con un 45-52 y posesión. Pero ahí apareció Maiza, un auténtico francotirador desde el 6,75 en Pumarín. Anotó un triple y provocó la airada reacción de Natxo Lezkano pidiendo falta en ataque. La protesta derivó en una técnica (la segunda) que dejó fuera del partido al coach local. Espoleados los locales, con un triple de Saúl Blanco y dos tiros libres de Frey, acecharon a seis puntos. Nwogbo sobre la bocina dio aire con el 50-58 que enfrió los ánimos de un Pumarín en plena efervescencia.
Con ocho arriba arrancó el último cuarto, pero pese al partido casi perfecto que estaban completando los naranjas, los errores acabaron por llegar, encajando un parcial de 10-5 que apretaba el partido hasta el 62-63. Se encendieron las alarmas en un Leyma que había dominado durante 37 minutos en el marcador. Monaghan volvió a pista y Javi Vega martilleó desde 6,75 colocando un 62-66 que daba oxígeno a los coruñeses.
Los dos minutos finales fueron un partido en sí mismos. Llegó el Leyma en ventaja, 64-66. Un rebote ofensivo de Javi Vega y la posterior canasta de McGhee deja 4 arriba a los naranjas. Pero en Pumarín nada es fácil y con dos tiros libres de Kabesele y una pérdida de balón de Jakstas, Oviedo empieza a creer en ganar en la foto finish. Con 23 segundos por delante y una exigua ventaja de dos puntos, ataca Oviedo con la infantería. Matulionis regala una técnica y un tiro libre de Saúl Blanco en su despedida como jugador profesional, deja la renta del Leyma en un solo punto. Speight, a 13 segundos del final anota a media distancia y pone por delante por primera vez en el partido a Oviedo 69-68. Sergio García pide tiempo muerto y diseña una jugada para el mago Monaghan. Sin recursos barrocos ni inventos extraños, la pizarra alumbra un aclarado para Monaghan que asume su responsabilidad y penetra como una daga hasta el corazón de la zona anotando por elevación sobre el gigante Kabesele. Uno arriba Leyma Coruña y dos segundos por jugar. Las semifinales al alcance de la mano con una buena defensa. Los naranjas cumplen, la zona se blinda, la canasta no llega y se rompe el maleficio de Pumarín en el mejor momento. El Leyma ya está en semifinales e inaugura un tiempo para soñar.