Sociedad

El opio de Filomena

Miles de papaver somniferum florecen en las laderas de la carreteras de Madrid. Son las amapolas se las cuales se extrae el opio. Algunos botánicos achacan esta explosión a las nevadas de enero

El opio de Filomena

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Madrid

Karl Marx decía que la religión era el opio del pueblo, ahora este mismo opio -el vegetal, no el espiritual- se puede ver en muchas de las laderas de carretera del extrarradio. Miles de amapolas blancas han florecido por todas partes, y se las puede ver cerca de la M-30, en las cunetas de la A-3, cerca de Tarancón, en el Cerro Almodóvar, en las riberas del Jarama, o en las proximidades de un huerto vecinal, en unos terrenos baldíos del Ensanche de Vallecas.

La noticia sorprende sobre todo a los neófitos, no tanto a los botánicos, que saben que esta especie llegó a la península hace cerca de 8.000 años. Papaver somniferum, amapola real o adormidera, así se las conoce técnica y popularmente. Su fama está ligada a su alto contenido en alcaloides obtenidos de la savia exudada mediante incisiones practicadas artificialmente en su fruto, la cual es la base de la producción de opio y sus derivados. Los neófitos no entienden cómo puede ser que estas plantas puedan convivir tranquilamente en las cercanías de colegios - sobre todo por la toxicidad de su látex -como ocurre en Santa Eugenia- y que las autoridades no las arranquen.

"¡Cómo las van a arrancar, son demasiadas, no serviría de nada!", exclama Rafael Baudet, botánico. En el Cerro Almodóvar dónde él ha catalogado 488 distintas especies vegetales, ha reconocido dos subespecies de la Papaver Somniferum, una autóctona y otra que deriva de la que tradicionalmente se cultivó: Papaver somniferum somniferum, variedad que se cultivaba y que ahora se ha asilvestrado y naturalizado por todo el mundo. Las semillas son latentes o durmientes, pueden germinar el año que viene o dentro de diez años según las condiciones meteorológicas del invierno o la primavera.

En España, sólo hay plantaciones de opio cultivadas bajo un permiso del Ministerio del Interior, ocurre en Extremadura y también en Toledo. Pero se mantienen en secreto los lugares de producción. De las adormideras no sólo se extrae el opio, también la heroína, la morfina y la codeína.

Myriam Soto

Myriam Soto

Redactora de Radio Madrid

 
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