Memoria completa

Pamplona

Son pocas las cosas buenas que podemos sacar de esta pandemia en la que seguimos viviendo, pero quizás alguna tengamos.

Por ejemplo, el pasado 19 de julio, Leire Santos nos contó que la Hermandad de Caballeros voluntarios de la Cruz había suspendido su misa en la Cripta de los Caídos en la que recuerda lo que ellos llaman alzamiento nacional y que para la historia fue el golpe de estado contra la republica que se saldó con 3000 personas asesinadas y enterradas en cunetas.

La memoria de esas 3.000 personas lo agradece. Una sociedad sin memoria corre el peligro de repetir barbaridades. Y el horror también ha tenido otro nombre en nuestra tierra, ETA.

Hoy han acudido al parlamento dos asociaciones que apuestan por una memoria que no sea selectiva. Memoria que destierre los recibimientos en la vía pública, los homenajes en la calle o en espacios de todos a miembros de ETA que salen de la carcel.

Y sí, cada uno es libre de alegrarse en el ámbito privado de que un familiar o un amigo salga de la cárcel, lo que como sociedad no nos podemos permitir es el homenaje público a esas personas. Ni sus víctimas se lo merecen, ni la convivencia lo recomienda. Ni en una calle de la Txantrea, ni en la cripta de los caídos, que es municipal, por cierto.

Y para reivindicar la memoria es necesario tenerla completa y no mirar para otro lado cuando te interesa.