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Mi hijo tiene un soplo: ¿Es grave?

Cristina Ridruejo Ramírez, pediatra en la Clínica HLA Santa Isabel de Sevilla y especialista en cardiología infantil, ha explicado los diferentes tipos de soplos que hay y cómo se tratan: desde cambios de habitos de vida hasta la necesidad de cirugía

Cristina Ridruejo Ramírez, pediatra en la Clínica HLA Santa Isabel de Sevilla y especialista en cardiología infantil / Cadena SER

Sevilla

Cristina Ridruejo Ramírez, pediatra en la Clínica HLA Santa Isabel de Sevilla y especialista en cardiología infantil, forma parte de los servicios pediátricos que ofrece la clínica sevillana.

En este servicio se atienden las enfermedades cardíacas que pueden presentar los niños, la mayoría de ellas son las llamadas cardiopatías congénitas, presentes desde el nacimiento, mientras que en un bajo porcentaje de casos pueden ser adquiridas. Estas cardiopatías se suelen sospechar por la presencia de una serie de síntomas o signos clínicos, entre los que destaca el soplo cardiaco, que es una de las consultas más comunes en el área de cardiología, según ha contado la doctora Cristina Ridruejo.

La doctora ha explicado en Hoy por Hoy Sevilla lo que es un soplo, algo que preocupa mucho a los padres cuando se les dice: “El soplo no es más que un ruido, como una especie de silbido, que hace la sangre a su paso por las cavidades cardíacas y vasos sanguíneos, que detectamos en la auscultación cardíaca. En función de las características de dicho soplo (intensidad, duración, localización), así como la presencia de determinados síntomas y otros signos exploratorios, se puede sospechar si el soplo obedece a una patología cardiaca en concreto o si se trata de un soplo inocente o funcional.

Clínica HLA Santa Isabel Sevilla, área de pediatría / cade

Los soplos inocentes son aquellos producidos por el paso de sangre por un sistema cardiovascular normal, es decir, no se deben a ninguna enfermedad del corazón. Son muy frecuentes y se escuchan en el 60-80% de niños sanos en algún momento de la niñez, preferentemente entre los 3-6 años. La incidencia es tan alta en los niños ya que, al tener menos grasa, músculos y huesos, presentan el corazón más pegado a la superficie torácica donde se coloca el fonendo, por lo que cualquier pequeña turbulencia que presente la sangre a su paso por el corazón o vasos sanguíneos se escucha más. “Conforme los niños van creciendo, se hacen más difícil de oír, y algunos acaban desapareciendo”, explica la profesional.

Los soplos patológicos son mucho más raros y ocurren en menos del 1% de la población y pueden ser el indicio de que existe algún problema en el corazón. Están ocasionados por alteraciones anatómicas del corazón o de los vasos sanguíneos, tales como conexiones anormales entre las cavidades cardiacas por defectos de sus paredes.

Los soplos cardiacos se detectan al auscultar el corazón. Cuando existe alguna duda por sus características o cuando el soplo se detecta en un recién nacido o lactante, hay que determinar si se debe a algún problema del corazón y se pueden realizar pruebas como un electrocardiograma, un ecocardiograma, resonancia magnética o el TAC cardiaco.

Aclara la doctora Ridruejo que “los soplos funcionales no requieren de ningún tratamiento, ya que son inofensivos para los pacientes, pero cuando el soplo es debido a alguna enfermedad cardiaca, si precisará de una serie de medidas que varían en función del tipo de cardiopatía y de su gravedad, que van desde el estilo de vida, medicación o incluso la cirugía en los casos más graves”. Escuche aquí la entrevista copleta a Cristina Ridruejo:

Cristina Ridruejo Ramírez, pediatra en la Clínica HLA Santa Isabel de Sevilla

05:22

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En cualquier caso, hay que recalcar la importancia de fomentar unos hábitos de vida saludables en todos los niños, con una adecuada alimentación y la realización de ejercicio físico frecuente adaptado a la situación de cada uno.

Área pedriática de HLA Santa Isabel

Cristina Ridruejo Ramírez, licenciada en Medicina por la Universidad de Sevilla, realizando la especialidad de Pediatría en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, con subespecialidad de Cardiología Pediátrica completando su formación en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

La Clínica HLA Santa Isabel potencia su área de pediatría con unas nuevas instalaciones exclusivas para los más pequeños de la casa. Este espacio independiente ha supuesto la reorganización y centralización de los diferentes servicios de esta: además del servicio de cardiología infantil, la nueva área cuenta con pediatría general, puericultura, nutrición, a, alergología, traumatología, fisioterapia infantil, programa de vacunación infantil, otorrino logopeda, otorrinolaringología infantil, asesoría en lactancia materna, asistencia a partos y hospitalización y gastroenterología.

 
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