Pablo y Thomas
Sobre los últimos atropellos mortales en Navarra

Pamplona
Se llamaban Pablo y Thomas.
Lo escribió de forma magistral Luis Guinea, redactor jefe de Diario de Navarra, el viernes.
¿Qué pensaría Pablo cuando salió a fumar aquel cigarro? ¿Era el último cigarro de su vida? ¿Qué hubiera pasado si en vez de la hora a la que salió lo hubiera hecho cinco minutos antes o después? O un minuto, o si hubiera aparcado diez metros más adelante o más atrás o lo que fuera. Quizá esa fatal y cruel casualidad no se hubiera producido. O sí.
En la parte del sí, de la muerte de un chaval de 30 años como era Pablo y como era Thomás, están dos personas que cogieron el coche habiendo bebido, bastante, y después de atropellarlos, a Pablo en la Avenida de Bayona y a Thomas en el puerto de Otsondo, huyeron y trataron de ocultarse, ellos y el coche. Imprudentes, alcohol y huida. Papel del alcohol que no supone agravante porque...
La justicia es más fría, afortunadamente, que lo que nos viene a la cabeza al pensar en lo absurdo de la muerte de Pablo y de Thomas en un mismo fin de semana. Quizá nos haga echar de menos los tiempos en los que no podíamos salir de casa y por tanto nadie pudiera coger el coche borracho.
Qué lastima que el palo siempre sea la mejor manera, pese a que a las familias de Pablo y de Thomas no habrá palo que se los devuelva.

Javier Lorente Doria
Contando lo que pasa en antena desde 1998, ha pasado por COPE, Radio Marca, Onda Cero y desde 2018 es...




