Hoy por Hoy AlbaceteHoy por Hoy Albacete
Actualidad

La guerra de las vacunas

La firma de Jorge Laborda Fernández, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular

Cadena SER

Albacete

Asisto maravillado al espectáculo cotidiano que la Humanidad se representa a sí misma con motivo de la pandemia. El último episodio lo he titulado: La guerra de las vacunas.

Se ha desencadenado una batalla furibunda sobre el asunto de si quienes se han vacunado con AstraZeneca deben o no recibir una segunda dosis de la misma vacuna o deben vacunarse con una dosis de la vacuna de Pfizer. Dicen algunos que en esta guerra se confrontan consideraciones políticas y científicas. Dicen que la ciencia, por los datos que tenemos, aconseja recibir una segunda dosis de la misma vacuna: AstraZeneca. Dicen que no hay datos que avalen la eficacia y seguridad de recibir una segunda dosis de recuerdo de otra vacuna diferente. Al parecer, la ciudadanía ha hecho más caso a estas consideraciones científicas que a las seguramente oscuras intenciones políticas de quienes aconsejan otra cosa.

Sin embargo, si uno examina con cuidado la información disponible sobre las dos vacunas en liza, se puede dar cuenta de que hay una consideración científica que no está siendo comentada en los medios de comunicación, al menos en los que he podido ver u oír. La información se refiere a que la vacuna de AstraZeneca es aparentemente la única vacuna que no está estabilizada. No tenemos tiempo aquí de explicar con el detalle que se merece lo que esto significa a la hora de que la vacuna genere anticuerpos protectores. El hecho científico, sin embargo, es que todas las demás compañías se han tomado la molestia de realizar una modificación en la secuencia de ADN o de ARN utilizada para fabricar la vacuna. Esta modificación asegura que los anticuerpos generados contra la proteína antigénica producida por la vacuna sean capaces de neutralizar al coronavirus si este intenta infectarnos. La vacuna de Astrazeneca no posee en su diseño este método de estabilización. Aunque no tenemos datos suficientes para afirmarlo con rotundidad, es probable que una mayor o menor proporción de los anticuerpos inducidos por esta vacuna no serán eficaces contra el virus.

¿Por qué no se explica este pequeño detalle? Lo desconozco, pero tengo la teoría, avalada por algo de experiencia, de que, para los políticos, en general, es mucho más fácil y natural intentar manipular que informar. Esto es así incluso cuando la manipulación puede perseguir el sano objetivo de hacer el bien a la ciudadanía.

Recibir una segunda dosis de la vacuna de Pfizer tras haber sido vacunado con AstraZenena no es el protocolo estándar de vacunación, pero en este caso la ciencia también indica que probablemente esto sea beneficioso, no ya por los menores potenciales efectos secundarios de la vacuna de Pfizer, sino porque pueden generarse efectos primarios protectores más eficaces. Si en esta guerra eres uno de los que pueden decidir qué segunda dosis de vacuna te administran, espero que esta información te sea útil. En todo caso, que la aguja te acompañe.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00