Salir de un hotel para volver a la normalidad
Belén Álvarez, una mostoleña de 29 años, se convierte en la última paciente covid atendida en los hoteles medicalizados de Madrid
Madrid
Una joven baja por las escaleras de un hotel en el centro de Madrid. Su cara de alegría no responde, sin embargo, a una agradable estancia vacacional. Belén Álvarez (Móstoles, 29 años) ha sido la última paciente del hospital que adaptó la Comunidad en las instalaciones del Ayre Colón, coordinado por el Gregorio Marañón.
El hotel forma parte de los 13 establecimientos que se destinaron, desde marzo de 2020, a la hospitalización de pacientes covid que no podían aislarse. “Mi casa es muy pequeña y no tenía forma de guardar el confinamiento. Temía contagiar a mi novio, así que solicité el traslado aquí. No fue una decisión fácil”, dice la joven.
Belén se contagió de covid hace apenas dos semanas. Tras unos días con una sintomatología leve, pidió en su centro de salud que la trasladaran al hotel. Ella forma parte de los cerca de 2.100 pacientes que el personal sanitario del Gregorio Marañón ha atendido en el Ayre Colón. "Trabajo en un hotel y jamás me hubiera imaginado que uno de estos establecimientos se hubiera convertido en centro sanitario. No obstante, me he sentido como en casa. He tenido los mismos cuidados que en un hospital, gracias a todos el personal que ha estado trabajando aquí", asegura.
La sorpresa de Belén al llegar al Ayre Colón no es ajena al resto de pacientes y personal que han pasado por el hotel desde marzo de 2020. José Luis Escalante, médico coordinador del centro improvisado, asegura que ese sentimiento le acompaña incluso a día de hoy, tras más de un año de trabajo. "Si me lo hubieran contado, no lo hubiera creído. Es muy difícil montar un hospital en cualquier parte. Se necesita personal, pero también herramientas, instrumentos, máquinas con las que trabajamos día tras día. Sin embargo, a pesar de que pareciera imposible, se ha conseguido: lo hemos logrado, ha salido bien y, afortunadamente, hemos conseguido que los cientos de pacientes que han pasado por aquí hayan salido sanos y salvos", afirma el doctor.
El hotel Ayre Colón cumplía hoy su último servicio como recinto medicalizado, que pone punto y final a este tipo de centros en la Comunidad. Este viernes, tras más de un año de funcionamiento, los hoteles medicalizados suponen una imagen de la pandemia que, según confían las autoridades sanitarias, no tendrá que repetirse.
Sin embargo, esto no supone el fin de la pandemia, como cuenta Belén. "Esto no ha acabado. Es una buena señal que este tipo de centros se cierren, pero no hemos ganado todavía. Aún queda mucho por delante, y cualquiera de nosotros puede contagiarse. No tenemos que bajar la guardia", sentencia Belén.
La joven, que ha dado un discurso en plena clausura del hotel medicalizado, ha sido el objeto de todos los focos por sus palabras hacia los jóvenes. "Muchas veces nos pensamos que esto no nos va a pasar a nosotros. Quizá porque es algo que no vemos de primera mano. Somos muy confiados, es fácil pensar que, en reuniones con amigos o familia no hay riesgo ¿Cómo va a haber un positivo entre tus seres cercanos, que se cuidan? Lamentablemente, la realidad nos demuestra que esto no es así. El virus sigue aquí y le puede tocar a cualquiera", afirma.
Belén ha aprovechado la cuarentena de más de una semana en el hotel para ver películas y teletrabajar en la medida de lo posible. Aunque ha tenido la mente ocupada, se emociona al recordar los días que pasó sin poder ver a sus seres queridos. "Aunque el personal del centro se vuelca con los pacientes, es complicado no estar con las personas a las que quieres. El momento más duro fue ver a mis padres a través de la ventana de mi habitación. Es difícil no venirse abajo en esos momentos, pensando que estarán preocupados. Afortunadamente he salido bien, y ahora podremos volver a vernos".
Sin embargo, el reencuentro con sus familiares y amigos tendrá que posponerse:
-¿Qué es lo primero que piensas hacer al salir?
-Comerme una Pizza (dice entre risas).
Belén cierra, entre aplausos, el último capítulo de los hoteles medicalizados en Madrid, aunque no así la pandemia. Sin embargo, Belén lanza un mensaje de esperanza: "La humanidad de los sanitarios es admirable. Es lo que me ha hecho, lo que nos ha hecho a tantos, salir adelante".