Quién me ha robado el mes de mayo
Podemos afirmar con cierta solvencia que aquella prioridad desmesurada por salvar vidas ha pasado a la de salvar economías
La línea roja Matías Vallés (04/06/2021)
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Palma
Buenos días. De repente, este fin de semana desaparecen prácticamente las restricciones por la pandemia que eran imprescindibles una semana atrás.
Tanto las resoluciones del Govern como del Gobierno incluyen autorizaciones y horarios que producen vértigo, con comercios de medianoche al cien por cien y discotecas hasta las tres de la madrugada.
Y todo ello, antes de la durísima sentencia del Supremo.
Podemos afirmar con cierta solvencia que aquella prioridad desmesurada por salvar vidas ha pasado a la de salvar economías.
Sin embargo, las cifras de la pandemia no han evolucionado repentinamente hacia los niveles tranquilizadores que justifican el alivio de las restricciones.
De hecho, los nuevos contagios justificarían la vigencia de las limitaciones, aun admitiendo las cifras asumibles de hospitalización y la reducción drástica de víctimas mortales.
Las medidas adoptadas apresuradamente al inicio de la temporada turística podrían haberse implantado en abril, desde luego en mayo.
Por tanto, se han utilizado sin disimulo dos varas de medir, una para los residentes y otra para los turistas.
Hemos aceptado la grisura para salvar la temporada, con independencia de que nos beneficiemos de ella y del pésimo precedente del año pasado.
En resumen, quién me ha robado el mes de mayo. Sin devolución posible.
